lunes, 2 de marzo de 2015

Delante de la Cruz


Delante de la Cruz los ojos míos
Quédenseme, Señor, así mirando,
Y sin ellos quererlo, estén llorando,
Porque pecaron mucho y están fríos.

Y estos labios que dicen mis desvíos,
Quédenseme, Señor, así cantando,
Y sin ellos quererlo, estén rezando,
Porque pecaron mucho y son impíos.

Y así con la mirada en Vos prendida,
Y así con la palabra prisionera,
Como la carne a vuestra Cruz asida
Quédeseme, Señor, el alma entera;

Y así clavada en vuestra Cruz mi vida,
Señor, así, cuando queráis me muera.

Rafael Sánchez Mazas

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