viernes, 27 de noviembre de 2015

LA VOCACIÓN MISIONERA

¿Qué es la vocación apostólica o misionera?

Es el acto de providencia sobrenatural por el que Dios elige a algunos y les confiere las dotes convenientes para llevar la fe a los países no cristianos. Nuestro Señor Jesucristo aplicó, comenzando por los Apóstoles, y continúa aplicando en el tiempo los decretos eternos de Dios. Él transmite en todo tiempo a algunos hombres su misma misión: Como el Padre me ha enviado, así os envío yo (Jn 20, 21). La Iglesia recoge estas palabras y, a su vez, confirma esta divina misión. Todos los misioneros obran en nombre de la Iglesia.


Es ésta una vocación de cuantos, sacerdotes o religiosos, aman mucho al Señor y ansían que se le conozca, dispuestos a cualquier sacrificio con tal de conseguir este noble fin. No se requiere nada más. Todos los santos desearon siempre ir a las misiones: san Francisco de Asís, san Romualdo, santa Teresa, santa M. Magdalena de Pazzi y, últimamente, santa Teresa del Niño Jesús, proclamada por la Iglesia patrona de todas las misiones. En nuestros días, hasta los trapenses y las monjas trapenses están en las misiones.
Y en verdad, ¿qué diferencia hay entre predicar el Evangelio en nuestros países o anunciarlo a los no cristianos? ¿No es la misma vocación? ¿No es éste un estricto deber de todos los sacerdotes? Todo sacerdote es misionero por su propia naturaleza; la vocación eclesiástica y la misionera no se distinguen esencialmente; no se requiere, repito, más que un grande amor a Dios y celo por las almas. No todos podrán realizar el deseo de ir a las misiones, pero tal deseo debería serlo de todos los sacerdotes. El apostolado entre los no cristianos es, a este respecto, el grado superlativo del sacerdocio.
Si se trata de un religioso no sacerdote, cuando es de vida activa, especialmente si ésta se desarrolla en países no cristianos, también él es un verdadero misionero. Tal es el caso de nuestros hermanos.
Inquieta tal vez en alguna ocasión a los alumnos la duda de no ser llamados al apostolado. Pena angustiosa que hizo perecer la vocación de muchos o al menos enfrió el fervor para prepararse bien al apostolado. ¿Tenéis vosotros esta vocación? Respondo que no es necesario haber tenido signos extraordinarios, ni hay que pretenderlos. Aunque viniese un ángel del cielo podríamos dudar que se trata de una ilusión. Basta haber tenido algún signo especial, que tal vez pareció casual y Dios lo ordenaba, en cambio, a la santa vocación: la lectura de un periódico o libro misionero, un sermón sobre las misiones, el ejemplo de un compañero, la palabra del párroco o del confesor, acaso determinadas circunstancias de la familia, etc. Bastan estos signos. Son el camino ordinario de que se sirve Dios para despertar la vocación misionera en quien es elegido.

(Tomado del libro “La vida espiritual según las conversaciones ascéticas del siervo de Dios José Allamano” del Padre Lorenzo Sales)


Foto de Servidoras.

domingo, 22 de noviembre de 2015

“A EVANGELIZAR CON ALEGRIA”

misionesIVE noviembre 20, 2015 Ecuador

Virgen del Quinche


Del 5 al 8 de julio, tuvimos la visita del Santo a Padre a nuestro país donde visitó dos ciudades: Quito y Guayaquil, de las cuales Quito se encuentra a 13 horas de distancia del noviciado y Guayaquil a 7 horas. Viajamos a Quito con la Maestra de novicias, las 11 novicias, dos postulantes y dos aspirantes. Esta visita fue para nosotras toda una aventura a la cual dimos inicio el 4 de julio, para esto, semanas antes nos pusimos a vender “Quimbolitos” (una especie de torta de maíz envuelto en hoja, tradicional del país). Primero viajamos a Alausí donde fuimos alojadas en un internado a cargo de Hermanas Dominicas, salimos temprano hacia Riobamba para ir a Misa en el monasterio de las Conceptas donde se encuentra la imagen del Señor del Buen Suceso. Finalmente emprendimos el viaje a Quito, donde nos recibieron las Hermanas Franciscanas de “Sor Francisca de las Llagas Cornejo” en su casa de retiro ubicada en Tumbaco; al día siguiente mientras esperábamos la llegada del Papa a Quito, tuvimos la oportunidad de conocer “la mitad del mundo”, debido a que muchas de nosotras somos de otros países e incluso no todas las ecuatorianas lo conocían.


Llegando a la casa nos llegó la noticia que el Santo Padre pasaría a 2 cuadras de donde estábamos alojadas, inmediatamente nos preparamos para verlo. Al llegar a la avenida ya había muchas personas esperando, varios se acercaron a nosotras con la esperanza de que tal vez al ver religiosas podría parar, no ocurrió así aunque algunas pudimos ver su saludo y bendición. Aquí pudimos aprovechar para hacer apostolado.


Al día siguiente madrugamos para la misa en el parque Bicentenario, donde sería el encuentro más grande con el Santo Padre. Durante las horas previas a la misa se rezó el rosario, laudes, después realizaron cantos, y nosotras nos dedicamos a hacer apostolado. Cargábamos la bandera de Argentina con el nombre de las Servidoras. El ambiente era de alegría y expectativa pues queríamos ver al Santo Padre aunque sea de lejos. Primero entró la imagen de la Dolorosa de Quito (cuadro en el que la Virgen parpadeó varias veces ante los niños del colegio “La Dolorosa” de los Jesuitas) y después el Santo Padre en el papamóvil, recorriendo todas las zonas del parque.


Durante su homilía nos exhortó constantemente a la unidad diciendo “sean uno para que el mundo crea”, “es imposible que brille la unidad si la mundanidad preside entre nosotros”, “evangelizar es atraer con nuestro testimonio a los alejados”, “dándose el hombre vuelve a encontrarse a sí mismo como hijo con el padre”, etc. Después de la Santa Misa, al salir del parque, muchas personas se acercaron a nosotras atraídas por la cantidad de hermanas y la bandera que cargábamos, y pudimos hablar con ellas. Regresamos a la casa a descansar, y seguidamente emprendimos viaje de nuevo, ahora hacia el Quinche, allí el se reuniría con los religiosos al día siguiente. Por gracia de Dios pudimos colocarnos justo frente al escenario; mientras se esperaba su llegada al santuario, se presentaron números de todo tipo por parte de varias Comunidades religiosas ahí presentes.


Allí, el Santo Padre pronunció un discurso en el que nos dio 2 principios que como religiosos debemos tomar en cuenta para nuestra vida: la conciencia de gratuidad, que debe manifestarse en nuestras vidas, recordando que Dios nos ha dado todo gratis y de la misma manera debemos darlo todo gratis; “cuídense de no caer en la enfermedad peligrosa del alzhéimer espiritual” dijo; junto con esto nos invitaba a renovar nuevamente y con profundidad las exigencias de la vida religiosa, recordando ese llamado especialísimo a la perfección que hemos recibido de parte de Jesucristo. Cuando llegamos, dos novicias pudieron pasar a la parte de adelante y terminaron exactamente en frente del Santo Padre y al final cuando se fue, una de ellas se le pudo acercar por una abertura que había entre el escenario y la salida, le contó que era de las Servidoras, le regaló un rosario y el Santo Padre le bendijo la cruz. Todas estábamos emocionadísimas mientras lo veíamos todo a distancia.

Saliendo del parque, 4 hermanas se fueron a la iglesia San Francisco, allí había que entrar con boletos, los cuales nos los regalaron. Nos dieron los asientos que estaban exactamente debajo de donde iba a hablar el Santo Padre.

Luego de la visita del Papa, tuvimos la oportunidad de quedarnos dos días más en peregrinación para conocer las Iglesias, catedrales y museos que hay en Quito, pudimos conocer a dos de nuestros santos: Santa Mariana de Jesús, llamada la Azucena de Quito (donde también se encuentra una réplica de La Dolorosa de Quito), muy conocida por sus fuertes penitencias y al Hermano Miguel Febres Cordero. Visitamos la tumba del Siervo García Moreno (Ex Presidente del Ecuador) y el convento del P. Almeida. Aquí también tuvimos la gracia de hacer apostolado con los niños betuneros del centro.

Virgen del Panecillo (Virgen de Legarda), se la puede ver en cualquier parte de la ciudad.
Basílica Nacional del Voto donde se encuentra el acta de consagración de Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús; desde el altar mayor se puede ver, a través de un ventanal con la imagen del Sagrado Corazón, la imagen de la Virgen del Panecillo, lo cual fue tomado en cuenta al momento de la elaboración de la escultura.


Visita a nuestra Señora de Agua Santa – Baños – Ecuador. En esta cascada fue donde se apareció.


Damos gracias a Dios por haber tenido al Santo Padre en nuestro país y por habernos permitido conocer más de nuestro país, en especial de nuestros santos e historia.

Hermanas del Noviciado Madre María Reina del Cisne

sábado, 21 de noviembre de 2015

Noticias breves de Alemania

misionesIVE noviembre 20, 2015 Alemania

Queridos todos,

con estas noticias los queremos poner brevemente al corriente sobre la misión encomendada al IVE en Alemania. En octubre del 2015 el IVE cumplió cinco años de permanencia en la parroquia Sagrada Familia (Heilige Familie) en la ciudad de Rüdersdorf bei Berlin. Nuestra parroquia como ya precisado en otras crónicas anteriores comprende tres iglesias: una en la sede de Rüdersdorf y otra en Herzfelde a unos 6 km de distancia y la tercera en Schöneiche a unos 4 km. Las tres localidades suman aprox. unos 30 mil habitantes, de los cuales mil son católicos.



Este mes hemos celebrado también la fiesta parroquial, día en el cual luego de una santa Misa conjunta para las tres comunidades y se hizo acción de gracias a Dios por la cosecha. Como gesto se ofrecen las primicias de los frutos junto con las especies de pan y vino durante la Misa. El resto del día se pasa hasta la tarde juntos en el patio parroquial comiendo juntos y desarrollando algunas actividades recreativas para los niños. Este año tuvimos también un momento de adoración acompañado con algo de música durante la misma como espacio de oración personal por la tarde.



Luego de haber iniciado el año escolar se organizó un sábado para los niños, a lo cual asistieron los niños de primera comunión y varios más de edades entre 6 y 12 años. Gracias a un grupo de madres que atentamente colaboraron con el sacerdote se pudo tener este día para los más pequeños. Dado que la iniciativa gustó tanto a los niños y también a las madres, se propuso repetirla algunas veces más durante el año. Esto sería un comienzo de oratorio para niños.



EE para hombres: el primer fin de semana de octubre, que es fin de semana largo en Alemania por la fiesta de la reunificación de las dos Alemanias (República Federal y República Democrática) el 3 de octubre, el padre Harol Bumann predicó EE espirituales a cuatro varones. Ya en el semestre pasado se había predicado a 6 mujeres.

Junto con el año escolar, se han comenzado los respectivos cursos para el sacramento de la santa primera comunión y la confirmación. En primera comunión hay 7 niños y para confirmación 8 adolescentes. Como se percatarán, los grupos en esta zona son pequeños. No hay que olvidar que esta parte de Alemania estuvo bajo el comunismo ruso por medio siglo y que además es Diáspora, i.e. zona minoritaria católica. Sólo el 10% de la población es católica en el noreste de Alemania. Con todo, los católicos en general tienen aún bastante conciencia de su Fe y tratan de practicarla.



Una actividad relativamente propia del sistema parroquial alemán, son las elecciones para el consejo parroquial. En estos meses se organiza una mini campaña electoral dentro de la parroquia donde los mismos parroquianos interesados en colaborar con los sacerdotes se proponen en una lista y luego todos los parroquianos registrados en la jurisdicción parroquial pueden votar un día determinado; esto será Dios mediante a fines de noviembre próximo. Si bien es algo sencillo, tiene su importancia dado que la gente que se ofrece para participar se compromete a ayudar. Las elecciones se realizan cada cuatro años; la vez anterior se pudo hacer poco respecto a invitar a diversos parroquianos a ayudarnos dado que los sacerdotes tenían apenas un año en la parroquia y no conocían aún en profundidad la gente ni la situación. Esta vez es distinto y esperamos poder recabar gente que hemos podido conocer en estos años de modo que se pueda trabajar juntos para la gloria de Dios y la salvación de las almas.



Como última noticia compartimos la alegría que desde septiembre han llegado a Alemania dos nuevos misioneros, a saber, los padres Martin Villagrán y William Duraney. Los padres están empezando su estudio de la lengua para en el futuro poder desempeñarse ayudando pastoralmente. Queremos agradecer a todos aquellos que rezan por los misioneros y ofrecen sus sacrificios a nuestro Señor por nosotros y les encomendamos a los nuevos padres recién llegados.



En Cristo y María,

Harold Bumann y Federico Ceriani

viernes, 13 de noviembre de 2015

La Familia “Rica”



Para leer con atención y meditar


Nunca olvidaré la Pascua de Resurrección de 1946. Vivíamos con nuestra madre. Ocy, mi hermana menor, tenía 12 años, Darlene, mi hermana mayor, dieciséis, y yo tenía trece años. Las cuatro sabíamos lo que era vivir sin muchas cosas. Mi padre había muerto hacía cinco años, dejando a mi madre con siete hijos y sin dinero. Para 1946, mis hermanas mayores ya estaban casadas y mis hermanos ya se habían ido de casa. Un mes antes de la Pascua, el párroco anunció que se haría una ofrenda especial en el domingo de Pascua para ayudar a una familia pobre. Nos pidió a todos que ahorráramos y diéramos haciendo sacrificios.

Cuando llegamos a casa, hablamos de lo que podíamos hacer. Decidimos comprar 50 libras de papas y vivir de ellas por un mes. Esto nos permitiría ahorrar $20 en nuestras compras de comida para poder ofrecerlo en la ofrenda. Si manteníamos las luces apagadas lo más frecuentemente posible y no escuchábamos la radio, ahorraríamos dinero en la electricidad. Darlene buscó trabajo limpiando casas y jardines y también cuidábamos niños para todas las personas que pudiéramos. Por 15 centavos podíamos comprar suficiente rollos de algodón para hacer tres agarraderas de ollas y venderlos por $1.

Hicimos $20 en agarraderas de ollas. Ese mes fue uno de los mejores tiempos de nuestras vidas. Todos los días contábamos el dinero para ver cuanto teníamos. Por la noche compartíamos a la luz de una vela como esta familia pobre iba a gozar el dinero que le daríamos todos en la Iglesia. Habían unas 80 personas en la Iglesia, y pensamos que la ofrenda sería bien buena. Después de todo, cada domingo, el párroco nos había recordado que ahorráramos para el “donativo sacrificial”.

El día antes de Pascua, Ocy y yo caminamos al mercado para que nos cambiaran todas nuestras monedas por tres billetes de $20 y un billete de $10. Corrimos a casa para mostrarle a mamá y a Darlene. ¡Nunca habíamos visto tanto dinero! Esa noche estábamos tan contentos, que casi no pudimos dormir. No nos importaba que carecíamos de ropa nueva para el domingo de Pascua, teníamos $70 dólares para el “donativo sacrificial”. Estábamos impacientes por llegar a la Iglesia.

El domingo por la mañana, llovía mucho. No teníamos paraguas y la Iglesia estaba a más de una milla de nuestra casa. No nos molestó mojarnos. Darlene tenía unos pedazos de cartón en sus zapatos para cubrir sus agujeros, pero estos se despedazaron por el agua y se mojó los pies. Con mucho orgullo nos sentamos en la Iglesia. Escuchamos unos muchachos murmurando que nosotras vestíamos ropa vieja. Yo les vi con su ropa nueva pero me sentí rica. Teníamos $70 para la familia pobre.

Cuando la “donación sacrificial” fue colectada, nosotras estábamos sentadas en la segunda fila del frente. Mamá puso el billete de $10 y cada una de nosotras pusimos un billete de $20. Todo el camino de regreso de la Iglesia íbamos cantando. Para el almuerzo, mamá tenía una sorpresa. Había comprado una docena de huevos para hervir y comerlos con nuestras papas fritas.

Esa tarde, de sorpresa, el párroco pasó por casa y mamá habló con él en la puerta. Ella entró con un sobre en la mano. Le preguntamos qué era, pero no nos respondió. Su rostro estaba pálido y nos pareció que era una mala noticia. Al abrir el sobre vimos los tres billetes de $20, uno de $10 y diecisiete billetes de $1. Mi madre puso el dinero otra vez en el sobre. No hablamos, simplemente nos sentamos y quedamos mirando al piso. Habíamos pasado de sentirnos como millonarios a sentirnos miserables.

Como muchachos tuvimos una vida tan feliz que sentíamos tristeza por aquellos que no tenían una mamá y un papá como los nuestros y una casa llena de hermanos y hermanas y otros niños que nos visitaban. Nos parecía divertido compartir los cubiertos y ver si nos tocaba la cuchara o el tenedor en esa noche. Teníamos dos cuchillos para todos. Sabíamos que no teníamos muchas cosas que otras personas tenían, pero nunca pensé que éramos pobres hasta que llegó aquel domingo de Pascua.

Nuestro párroco nos había traído el dinero para la “familia pobre”. Así supimos que nosotros éramos “pobres”. No me gustaba ser pobre. Miraba mi vestido y mis zapatos gastados y sentía vergüenza. Ni siquiera quería regresar a la Iglesia. Ya todo el mundo sabía que éramos pobres. Pensé en la escuela. Estaba en noveno grado y era la mejor estudiante de mi clase de más de cien estudiantes. Me preguntaba si los muchachos en la escuela sabían que éramos pobres. Toda esa semana, fuimos al colegio, regresábamos a casa y casi no hablábamos. Finalmente el sábado, mamá nos preguntó que queríamos hacer con el dinero. ¿Qué hacía la gente pobre con el dinero? No sabíamos. Nunca supimos que éramos pobres. No queríamos ir a la Iglesia el domingo, pero mamá nos dijo que teníamos que ir. Aunque era un día soleado, nadie habló y mamá comenzó a cantar pero nosotras no.

En la Iglesia un misionero de visita habló sobre como su iglesia en África hacía edificios de ladrillos de barro pero necesitaba dinero para los techos. Explicó que con $100 dólares podían hacer un techo. El párroco dijo, “¿acaso no nos podemos sacrificar todos para ayudar a esta pobre gente?” Nos miramos y por primera vez en una semana nos sonreímos. Mamá sacó el sobre de su cartera, lo pasó a Darlene, que me lo pasó a mi y yo se lo dí a Ocy para que lo pusiera en la ofrenda.

Cuando contaron la ofrenda, el párroco anunció que había sido un poco más de $100 dólares. El misionero se puso contento, porque no esperaba una ofrenda tan grande de nuestra pequeña iglesia (En aquel tiempo eso era mucho dinero). Dijo el misionero, “seguramente tienen una familia rica en esta iglesia”. De pronto nos percatamos. Nuestra familia había contribuido $87 de ese dinero. Nosotros éramos la “familia rica” de la Iglesia. ¡Es verdad, éramos la familia rica!. Desde ese día, nunca mas nos sentimos pobres.

jueves, 12 de noviembre de 2015

CUANDO SE PIENSA....

Oración de HUGO WAST (1)

Cuando se piensa que ni la Santísima Virgen puede hacer lo que un sacerdote.
Cuando se piensa que ni los ángeles ni los arcángeles, ni Miguel ni Gabriel ni Rafael, ni príncipe alguno de aquellos que vencieron a Lucifer pueden hacer lo que un sacerdote.
Cuando se piensa que Nuestro Señor Jesucristo en la última Cena realizó un milagro más grande que la creación del Universo con todos sus esplendores y fue el convertir el pan y el vino en su Cuerpo y su Sangre para alimentar al mundo, y que este portento, ante el cual se arrodillan los ángeles y los hombres, puede repetirlo cada día un sacerdote.
Cuando se piensa en el otro milagro que solamente un sacerdote puede realizar: perdonar los pecados y que lo que él ata en el fondo de su humilde confesionario, Dios obligado por su propia palabra, lo ata en el cielo, y lo que él desata, en el mismo instante lo desata Dios.
Cuando se piensa que la humanidad se ha redimido y que el mundo subsiste porque hay hombres y mujeres que se alimentan cada día de ese Cuerpo y de esa Sangre redentora que sólo un sacerdote puede realizar.
Cuando se piensa que el mundo moriría de la peor hambre si llegara a faltarle ese poquito de pan y ese poquito de vino.
Cuando se piensa que eso puede ocurrir, porque están faltando las vocaciones sacerdotales; y que cuando eso ocurra se conmoverán los cielos y estallará la Tierra, como si la mano de Dios hubiera dejado de sostenerla; y las gentes gritarán de hambre y de angustia, y pedirán ese pan, y no habrá quien se los dé; y pedirán la absolución de sus culpas, y no habrá quien las absuelva, y morirán con los ojos abiertos por el mayor de los espantos.
Cuando se piensa que un sacerdote hace más falta que un rey, más que un militar, más que un banquero, más que un médico, más que un maestro, porque él puede reemplazar a todos y ninguno puede reemplazarlo a él.
Cuando se piensa que un sacerdote cuando celebra en el altar tiene una dignidad infinitamente mayor que un rey; y que no es ni un símbolo, ni siquiera un embajador de Cristo, sino que es Cristo mismo que está allí repitiendo el mayor milagro de Dios.
Cuando se piensa todo esto, uno comprende la inmensa necesidad de fomentar las vocaciones sacerdotales.
Uno comprende el afán con que en tiempos antiguos, cada familia ansiaba que de su seno brotase, como una vara de nardo, una vocación sacerdotal.
Uno comprende el inmenso respeto que los pueblos tenían por los sacerdotes, lo que se refleja en las leyes.
Uno comprende que el peor crimen que puede cometer alguien es impedir o desalentar una vocación.
Uno comprende que provocar una apostasía es ser como Judas y vender a Cristo de nuevo.
Uno comprende que si un padre o una madre obstruyen la vocación sacerdotal de un hijo, es como si renunciaran a un título de nobleza incomparable.
Uno comprende que más que una Iglesia, y más que una escuela, y más que un hospital, es un seminario o un noviciado.
Uno comprende que dar para construir o mantener un seminario o un noviciado es multiplicar los nacimientos del Redentor.
Uno comprende que dar para costear los estudios de un joven seminarista o de un novicio, es allanar el camino por donde ha de llegar al altar un hombre que durante media hora, cada día, será mucho más que todas las dignidades de la tierra y que todos los santos del cielo, pues será Cristo mismo, sacrificando su Cuerpo y su Sangre, para alimentar al mundo.

1. Novelista y político argentino cuyo verdadero nombre era Gustavo Martínez Zuviría (1883-1963). Estudió leyes, y economía política. En 1943 fue ministro de Justicia y de Educación pública, cargo que aceptó con la condición de que se introdujera la enseñanza religiosa en todas las escuelas. Escribió numerosas obras de literatura, muchas de ellas de carácter religiosas

ESTE 14,15 Y 16 REZAMOS JUNTAS POR LAS VOCACIONES Y POR LA SANTIDAD DE LOS CONSAGRADOS.
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martes, 10 de noviembre de 2015

“Dios no muere”


misionesIVE noviembre 9, 2015 Ecuador


Ordenaciones Sacerdotales en Ecuador.



El pasado 19 de setiembre tuvimos la gracia de poder participar en las ordenaciones sacerdotales de los Padres Víctor Guamán, Stiwar Quishpe y Francisco Viñamagua, los tres ecuatorianos y miembros de nuestro Instituto del Verbo Encarnado.

La ceremonia se llevó a cabo en la Iglesia Catedral de Loja y fue presidida por el obispo de la diócesis Monseñor Alfredo José Espinosa, SDB.

Tan solemne celebración se vio enriquecida por la presencia de la imagen de la Virgen María Reina del Cisne, que providencialmente había sido traída esos días desde su santuario a la Catedral.


Para quien vive en Ecuador, quizás le resulte normal, pero para quien no, como es el caso de quien escribe estas líneas, es verdaderamente impactante ver la piedad religiosa de la gente, la mayoría de condición humilde, trabajadora y sufrida, que admirada presenció con mucho respeto y devoción esta solemne ceremonia de ordenación.

Hace pocos meses, en su visita a Ecuador, el papa Francisco percibió también esta religiosidad en los ecuatorianos y se preguntó de dónde le vendría esta gracia a este pueblo latinoamericano. En su encuentro con los religiosos en Quito, el 8 de julio, manifestó que en su oración personal había descubierto que “la receta” de esta realidad había sido la consagración del país al Sagrado Corazón de Jesús y más tarde al Corazón Inmaculado de María. Nosotros también pensamos que ésta es la respuesta correcta.

En 1873 la República de Ecuador fue consagrada al Sagrado Corazón por iniciativa de su presidente, el Dr. Gabriel García Moreno. Este héroe católico logró en su tiempo de gobernante que Cristo reine verdaderamente en la sociedad. La consagración del país al Sagrado Corazón fue el coronamiento de una singular y magnífica obra de evangelización del Ecuador encabezada por el presidente. Lógicamente obra tan magnánima no fue del agrado de los enemigos de la Iglesia, quienes cobardemente asesinaron a García Moreno el 6 de agosto de 1875.

Cuenta la historia que después de haber sido ser atacado cobardemente a machetazos y disparos a quemarropa, las últimas palabras de García Moreno fueron “Dios no muere”.

Quiera Nuestro Señor que estos tres nuevos sacerdotes de nuestro querido Instituto, manifiesten con sus vidas y en el lugar que les toque misionar aquello que forma parte de la historia de su noble país, la afirmación convencida hasta la muerte de que “Dios no muere”.

Que el corazón de ellos, ahora sacerdotal, se identifique siempre con el Corazón de Jesús, que tanto amó a los hombres y que dio al vida para salvarlos.

Jorge Montagna, IVE

domingo, 8 de noviembre de 2015

Como el sonido del agua de las primeras lluvias

Posted on noviembre 8, 2015


Ushetu, Tanzania, 4 de noviembre de 2015.

Quiero contar varias cosas de la misión, pero que muchas veces van quedando en el tintero, o porque no son para una crónica, o porque no se las puede unir a una crónica sobre un tema muy particular. Van entonces, varias cosas sueltas.

Con el P. Johntin Lokang IVE

Y lo primero es contarles del P. Johntin, que será también contarles de cómo hemos llevado la misión en estos últimos meses, y la comunidad de misioneros. Los otros días recibí un comentario en el blog que decía: “El P. Johntin no sale en ninguna foto!” Me sentí un vanidoso… pero la verdad es que el P. Johntin no ha estado en la misión desde abril de este año, es decir ya siete meses. Y me di cuenta que no les conté qué pasó, después de que en una crónica les había dicho que el P. Johntin había regresado. Resulta que regresó, pero todavía seguía con un problema en su pierna, un problema no muy grande, y que los mismos médicos no dieron importancia, porque se trataba de que cerrara la última de las heridas, que no era grande. Lo importante era que el padre ya podía caminar, rengueando muy poco, y que tenía unas ganas bárbaras de volver a Ushetu.
Lamentablemente, y puede ser por varias causas, esa herida comenzó a empeorar, a pesar de todos los cuidados que se tuvieron, y se llegó a la decisión de que viajara nuevamente, porque empezaba a peligrar con una infección importante. Así es que regresó a Egipto, donde se encuentra ahora y donde ha necesitado una nueva operación. Lo bueno fue que al hacerle los estudios vieron que el hueso había soldado bien, y entonces le sacaron la prótesis metálica. Aprovecho a pedirles oraciones, y que sigan rezando, ya que necesitamos mucho que el padre regrese y porque es un gran deseo suyo, ama esta misión, y eso es una de las cosas que más le duele.



Por gracia de Dios, en este tiempo que he tenido que estar solo en la misión, he tenido la visita de los seminaristas de Estados Unidos, de la que ya les he contado, y que ha sido una gran ayuda y compañía, sobretodo en los meses de las vacaciones de los niños, tiempo de mucho trabajo. Finalmente hoy pensaba, que uno habla de “estar sólo”, pero sólo en un aspecto, en el comunitario, es decir, sin compañero en la comunidad. Por supuesto que no es lo normal, y cuesta un poco, pero sabiendo que es lo que Dios quiere, se toman fuerzas… y Dios mismo nos sostiene. Da fuerzas el pensar que el P. Llorente habla de soledades muchos mas grandes, porque en el Polo Norte, y en medio de esquimales, y con un clima sumamente inhóspito, y sin las comunicaciones de hoy en día, y siendo religioso… en fin, con todo eso, siempre en sus escritos se ven pensamientos muy sobrenaturales, hablando de la amistad con Cristo en el Sagrario y la importancia de la oración ferviente, la oración del corazón. Pero por eso yo digo “estar sólo” entre comillas, primero por esa razón, porque siempre estaremos acompañados por Cristo, pero por otro lado, porque estoy en Ushetu, y uno casi nunca está sólo, porque siempre viene gente a misa, a llamar a la puerta, a pedir hablar, y los niños a pedir la pelota para jugar, y en las visitas a las aldeas toda la gente que quiere confesarse, y hablar… Puedo decir se llega a disfrutar del momento de tranquilidad y soledad al llegar a la casa. Muchas veces me digo que hay que aprender a ver las cosas de esta manera, y se hace muy llevadero.



Visita de nuestro provincial el P. Emanuel Martelli



Además de la visita de los seminaristas de USA, pude gozar de la visita de mi provincial el P. Emanuel Martelli, quien ya es la tercera vez que viene desde Egipto, y es casi un paisano de estas tierras. Cuando lo fui a esperar a Mwanza, me he sorprendido de la cantidad de horas que se nos pasaban en las conversaciones, termos y termos de mates que se terminaban sin darnos cuenta. Era gracioso ver cómo se nos juntaban el desayuno con el almuerzo, y el almuerzo con la merienda… de tantas sobremesas ya ni sabíamos qué hora era. Estuvimos juntos dos semanas, todo el tiempo aquí en Ushetu. Pudimos visitar varias aldeas, hacer muchos bautismos, y seguir conversando en el auto.

El P. Emanuel ya ha aprendido a celebrar la misa en swahili, y me ayudaba, aliviándome con la celebración de alguna Misa, ya que en ese tiempo de sequía, abundaban las misas de matomolo y bautismos de misericordia. Y ayudaba también con la misa en la parroquia, dándome la oportunidad de descansar un poco más por la mañana algunos días, descanso necesario y reparador.



Finalmente, como despedida, pudimos disfrutar de un viaje para ver algunos animales de África en un parque que nos queda relativamente cerca. Fue algo muy lindo poder tener ese descanso y refrigerio del alma, contemplando la naturaleza, y disfrutar de la vida comunitaria, como acostumbramos en nuestras Convivencias, aunque aquí sólo fueran dos días. Dios nos bendijo con un día muy afortunado, ya que pudimos ver una gran cantidad de leones, muy de cerca, además de muchos otros siempre admirables como las jirafas, elefantes, hipopótamos, cocodrilos, avestruces, leopardos, cebras… etc. Mejor que vean algunas de esas foto, mas que mis pobres palabras para describir esa maravilla.





Y estamos de bien en mejor, porque Dios mediante, el sábado próximo, llega un nuevo misionero. Arriba a tierras tanzanas el P. Víctor Guamán, IVE, ecuatoriano el hombre, ordenado en septiembre en Loja, Ecuador. Es un padre nuevo, que esperamos que con esos nuevos impulsos del recién ordenado, nos trasmita fuerzas y ganas de trabajar. En su momento les contaré de su arribo y primeros pasos por aquí. Tal vez les escriba desde Musoma, junto al lago Victoria, ya que luego de recibirlo al P. Víctor, seguiremos viaje hacia esa ciudad para predicarles Ejercicios Espirituales Ignacianos a cuatro hermanas mejicanas, de la Congregación de los Misioneros Servidores de la Palabra, que nos han pedido ese favor. Allí iremos junto con el nuevo miembro de la misión, y ¡la comunidad completa!



Comenzaron las lluvias



Siguen quedando cosas en el tintero, mas bien relacionadas a los apostolados de estos meses, pero creo que hasta aquí es suficiente para un envío. Les cuento antes de despedirme que ¡han comenzado las lluvias! Una alegría grande en todos, ya que empiezan a cultivar nuevamente. Es hermoso ahora ir a alguna aldea, e ir viendo todo el tiempo en las chacras la gente trabajando, las familias enteras, y con gran alegría. La época de sequía estuvo muy dura y larga, fue una sequía importante, que en muchos lugares la siguen sufriendo, como en Kenia y Sur de Uganda. Comenzaron tarde las lluvias de año pasado, y llovió poco. Pero parece que este año, al menos aquí, estará mejor, ya que empezó a llover temprano y está anunciada mucha agua. Rezamos a Dios que así sea. Se ha notado mucho que la comida al final de estos meses, había comenzado a disminuir y faltar a muchas familias. Pero estos días son muy lindos, ya que en tres días todo se ha puesto muy verde, el aire es muy fresco por las noches, y en estos momentos que escribo escucho truenos de una tormenta que se acerca.

Y ahora pienso, que así como estas lluvias traen tanta alegría luego de estos meses de sequía, aridez, calor, y hambre, de la misma manera veo la venida del nuevo misionero, el P. Victor, como el ruido del agua de las primeras lluvias, y el olor a la tierra mojada… y la hierba verde que brota, y las cosechas abundantes que se esperan, con la gracia de Dios.

Me despido, y les vuelvo a recordar que sigan rezando por el P. Johntin, y por esta comunidad que sigue creciendo.

¡Firmes en la brecha!

P. Diego Cano, IVE