martes, 17 de marzo de 2015

Cuaresma: “vale más la obediencia que los sacrificios”

17 DE MARZO DE 2015 / MONASTERIODELPUEYO

“Coloquio con Cristo sobre el cumplimiento de la ley”

Cristo descansa en sus hijos que confían ciegamente en El.
-“y le preguntaron sus discípulos que significaban aquellas palabras”

-Jesús les respondió: ‘A vosotros ha sido dado a conocer los misterios del Reino; a los demás sólo en parábolas, de modo que viendo no vean y oyendo no entiendan’. (cfr. Lc 8,9)

Coloquio nº1: Cumplimiento de la ley

Monje novicio: <Entonces, Jesús, te pregunto. Vos dijiste que no hay que descuidar ni el más pequeño de los mandamientos de la ley ¿de qué ley se trata?>



Jesús: <La ley es una sola, es la ley de mi Padre; y es también inmutable, porque no es sino la expresión de Su Sabiduría Eterna y de su Bondad Infinita. Y como Dios es Uno, Perfecto e Inmutable, del mismo modo la Ley también es una sola.>

Monje novicio: <Y por qué hay tantos mandamientos si tu Sabiduría, Señor, es una sola.>

Jesús: <Es verdad que hay muchos mandamientos. Es necesario que sea así por la condición del hombre, que conoce racionalmente y no puede comprender totalmente a Dios, ni a su Sabiduría Eterna; pero de todos modos tampoco son tantos los mandamientos, y a decir verdad, como una vez se lo expliqué a la inquieta Marta, una santa mujer: ‘una sola cosa es importante’ (Jn….).>

monje en oración
Monje novicio: <se me olvidó, Jesús ¿cuál es esa cosa?>

Jesús: <es aquel mandamiento en que se resume toda mi ley y todo lo que dijeron los profetas ‘amar a Dios sobre todo, y al prójimo como a uno mismo por amor de Dios’, y que se puede también expresar sencillamente en aquella fórmula para ser santo que le enseñara Don Bosco a Santo Dominguito ‘hacer la voluntad de Dios’. Si tu única preocupación es hacer la Voluntad de mi Padre, vas a amarlo perfectamente, y así vas a cumplir hasta la última tilde de la Ley.>


Monje novicio: <y por qué dijiste que hay que superar la justicia de los fariseos para entrar en el Cielo, si ellos cumplían hasta la más pequeña de las leyes.>

Jesús: <Mi querido monje, o cuasi monje. Tenés que cuidarte mucho de que no te pase como a ellos. Ellos cumplen muchas leyes, pero solo exteriormente, para aparentar, por vanidad y amor propio. Les falta el espíritu que vivifica a la Ley, lo más importante, ‘el amor a Dios y al prójimo’. Debes huir de ese legalismo farisaico e hipócrita. Solo lleva a la ruina espiritual y a la condenación eterna… ‘porque ya tienen su paga acá en la tierra’.>

Monje novicio: < ¿y cómo hago Jesús?>

Jesús: <Podés empezar, y vas a tener trabajo para rato, por dos virtudes que son fundamentos de la vida espiritual, sin las cuales se construye sobre arena:

-Humildad: ‘pues Dios resiste a los soberbios, pero da, y abundantemente, su gracia a los humildes’

-Rectitud de intención: ‘y el Padre que ve en lo secreto te recompensará’

Con ellas te librarás de la vanidad y el orgullo, que están en la raíz del espíritu fariseo.>


Monje novicio: <Gracias, Jesús. Creo que por hoy es más que suficiente>


María, la esclava humilde del Señor, nos conceda ser verdaderamente humildes y tener siempre un corazón simple, para cumplir su Voluntad y ser santos.

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