Te imaginas estar en un lugar con 450 chicos que no conoces pero en 5 días terminaras conociendo a todos y divirtiéndote con cada uno, después de estos 5 días inolvidables no querrás irte a ningún lado, en este gran campamento los días se pasan rapidísimo pero cada segundo lo disfrutas al máximo, no hay tiempo para desperdiciar, siempre activo, escuchando, jugando o compitiendo.
El campamento de este año duro un día más que los anteriores, por eso pudimos disfrutar de más competencias como los partidos de vóley, futbol, hándbol y frisbee donde se deja todo en la cancha, se ponen todas las ganas para ganar, todo esfuerzo tiene una merecida recompensa.
Después las carreras, ¡¡¡como duele la carrera de obstáculos!!! Este año los seminaristas pusieron un poco más de emoción agregando al cuerpo a tierra una parte con mucho barro, al terminar la carrera se notaba el cansancio de los corredores, en los últimos saltos las piernas de los jugadores temblaban al chocar contra el piso y algunos no aguantaban y caían como bolsa de papa al suelo, la boca se siente seca al finalizar la carrera y las piernas tiemblan, no quedan fuerzas ni para buscar agua. Después de esto las carreras de 100 metros, de postas y la del rey, muy peleadas y muy graciosas también, siempre hay algo para reírse, festejar o también para pedirle fuerzas a Dios para lograrlo, algo que si lo pides nunca se te negara.
También está la escalada a la montaña, es impresionante la emoción que todos tienen para elegirlas, después de presentarlas con un video genial es impresionante ver como todos corren desesperados para lograr obtener lugar en las mejores montañas, las puertas revientan de la fuerza que todos hacen para salir y cuando salen no encuentran donde está la mesa para inscribirse, que desesperación, hay que apurarse para obtener los mejores lugares. Al otro día bien temprano a despertarse, ganándole al sol para preparar las mochilas, la comida, el agua y las naranjas que nunca faltan para las salidas y luego se emprende el viaje. Al comenzar a escalar todos están muy contentos, pero a medida que suben, las caritas se transforman, se empieza a complicar, el cansancio pesa mucho, tomar poca agua para que alcance, también comer las naranjas para reponer energía. No todos llegan, pero todos ponen su máximo empeño por llegar, arriba los que llegan primeros pueden descansar un poco, esperando para la llegada del sacerdote que en nombre de Cristo ofrecerá todos los sacrificios a Dios. Después el almuerzo, esos sándwichs que son los más ricos que hay, el hambre hace que sean los mejores. Luego la bajada, corriendo, con todas las ganas de llegar rápido y descansar un poco, las ganas de llegar al rio a los pies del cerro y poder refrescarse un poco. Esa noche el regimiento parece estar vacío, nadie molesta todos se acuestan y se duermen. Al otro día, el último nadie quiere irse, algunos se van temprano, otros bien tarde pero nadie quiere marcharse y dejar el campamento, todos quieren seguir con ese espíritu de alegría, de diversión, ¡¡¡el espíritu de la SANTIDAD!!!
Por último que decir sobre todas las santas misas, las charlas y los ejemplos que hay en todo el campamento, las misas son algo largas, pero si escuchas y logras concentrarte no sobra ni un minuto, los sermones, todos dirigidos a los jóvenes, cuanto jugo puedes sacarle, las charlas que este año se implementaron tampoco tienen desperdicio, pero lo mejor es el ejemplo, el ejemplo de los religiosos, pero el mejor ejemplo es el de la montaña, ¿cómo se podría comparar esto con la santidad? Pues tienen muchas semejanzas, antes de subir la montaña hay que preparar todo para la escalada, también debemos preparar nuestro corazón para poder vivir como Cristo, después se empieza a subir, es sumamente fácil al principio pero una vez que empiezan los obstáculos, el cansancio, la falta de agua y otros obstáculos, muchos empiezan a quejarse, así también sucede al seguirlo a Él, en los momentos fáciles todos lo seguimos, pero apenas se complica un poco varios abandonan, pero hay que poner ganas, superar los obstáculos, muchas veces necesitas ayuda de un amigo, que te convide agua, te ayude a llevar la mochila o te convide también una naranja para tener más fuerza, también varias veces sucede al revés y tú eres el que necesita ayuda, la santidad tampoco la podemos alcanzar solos, necesitamos ayuda de BUENOS AMIGOS, que nos lleven a Dios y también nosotros tenemos que hacer llegar a nuestros amigos a Él, al final está la cima, una paz, una hermosa vista, una felicidad de saber que lo lograste, de saber que es posible, de demostrar que con y por Dios todo es posible. “La vida es cuesta arriba pero la vista es genial”.
Facundo Reginato
No hay comentarios:
Publicar un comentario