jueves, 14 de febrero de 2013

La Tercera Orden Secular

¿QUÉ ES LA TERCERA ORDEN SECULAR?

Es aquella rama de nuestra familia religiosa que agrupa a todos los laicos que desean participar y enriquecer el tesoro espiritual del Instituto del Verbo Encarnado mediante los distintos compromisos seculares (Niveles de pertenencia), para que sean como una nueva Encarnación del Verbo en el ámbito que les es propio, asumiendo aquellas cosas auténticamente humanas para transformarlas en obras que conduzcan y reflejen al mismo Cristo hecho carne.


"La Tercera Orden Secular busca ordenar los asuntos temporales según Dios, instaurando todas las cosas en Jesucristo, haciendo manifiesto a Cristo ante los demás, primordialmente mediante el testimonio de la vida, la irradiación de la fe, la esperanza y la caridad, iluminando las realidades temporales con las que está estrechamente vinculada, de modo tal que sin cesar se realice y progrese conforme a Cristo y sea para la gloria del Creador y Redentor".

Dir. Tercera Orden Secular, 7.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Explosión en la Univerdidad de Alepo


Tenemos mucho para contarles, y mucho para agradecerles. Son sin duda las oraciones de todos ustedes las que nos alcanzan del Cielo la fortaleza necesaria para seguir adelante en la misión que nos fue confiada y en la que decidimos voluntariamente permanecer. Eso explica que podamos hacer frente a situaciones tan trágicas -y para las cuales nadie puede decir estar preparado- como la que vivimos el pasado martes 15 de enero al estallar 3 misiles a pocos metros de donde vivimos.

Antes de contarles más detalles les aclaramos que nosotros estamos bien. Lo que sucedió fue espantoso y nos golpeó mucho a todos, pero estamos bien y damos gracias a Dios por poder estar acompañando a la gente en estos momentos.

Las explosiones fueron a la 1 del mediodía, hora de mayor congestión tráfico y peatones. La primera, en la rotonda donde comienza la ciudad universitaria; la segunda –casi simultánea- al frente; y unos minutos después la tercera a pocos metros, delante de los edificios que actualmente ocupan las familias refugiadas. Sentimos el estruendo, nuestro edificio tembló entero y vimos como volaban pedazos de todo tipo de materias por encima de nosotros. Se rompieron muchas ventanas, vidrios y persianas. En la Iglesia cayeron los vitrales, y los escombros que volaron perforaron el techo en varias partes. Nosotros no sufrimos ningún daño. Inmediatamente los Padres corrieron al convento de al lado a asistir a los viejitos del Hogar de la Madre Teresa y las Hermanas abajo a las estudiantes. Este año, debido a la situación, no se abrió regularmente el pensionado, pero tenemos 4 chicas viviendo con nosotras que son hermanas de sangre, dos son estudiantes y las otras dos trabajan en la universidad. Estas dos últimas se encontraban fuera al momento de la explosión.

Visita del grupo de jóvenes a Hedra en el Hospital.
Pocos minutos después llegó una de ellas, Hedra, accidentada. Estaba atravesando la rotonda al momento de la primera explosión. En el estampido todo voló, y una esquirla de hierro se le clavó en la espalda. En medio de semejante caos era imposible conseguir medio de movilidad o comunicarse con los hospitales. Se había cortado la luz y el teléfono. Tampoco funcionaban los celulares. En la puerta estaban estacionados los autos de los empleados del obispado, que providencialmente se habían retrasado de su habitual horario de salida, a la 1. Pero tenían miedo de salir y además los autos estaban dañados, con los vidrios rotos. Finalmente uno de ellos nos llevó en su auto al hospital más cercano. Nos acompañó el Padre Rodrigo.

En el hospital atendieron a Hedra inmediatamente, le hicieron varios estudios hasta que pudieron definir la situación. El hierro había atravesado el hueso del omóplato, había roto dos costillas y perforado el pulmón, por lo que debían intervenirla quirúrgicamente para extraer el hierro y poner un tubo de drenaje en el lugar de la perforación. Su estado era muy delicado pero los médicos actuaron con gran rapidez y se portaron excelentemente. Ella estuvo consciente todo el tiempo y aunque transida por el dolor mostró una entereza admirable. El Padre Rodrigo pudo confesarla antes de que entrara a cirugía. Todo fue muy rápido y una hora después ya la estaban operando.

Sarkis después de ser dado de alta en el Hospital.
Mientras tanto el Padre David asistía a los heridos en la rotonda, donde el espectáculo era estremecedor. Una de las víctimas era Sarkis, un trabajador humilde y de sincera piedad, beneficiario de la ayuda SOS (Blog), que de camino a la estación de ómnibus se encontró justo delante de la explosión. Voló muchos metros abrasado casi por completo por las llamas y sufrió varias quebraduras en su cuerpo. El Padre David le administró los últimos sacramentos y uno de nuestros jóvenes lo trasladó inmediatamente en su auto al hospital. La gravedad de las quemaduras y la imposibilidad de operarlo en ese estado presagiaban lo peor. Pero Sarkis se encomendó una vez más a San José, a quién acostumbraba invocar cada día con la oración de la treintena, y sobrevivió.

Muchísima gente murió ese día. La magnitud de las explosiones fue enorme y causó una horrenda masacre. Además del tráfico de autos a esa hora y el constante fluir de estudiantes, esa esquina de la ciudad universitaria estaba ocupada por decenas de carpas de refugiados y la rotonda atestada de vendedores con sus frágiles puestitos. Los datos oficiales que trascendieron no son reales. Algunos aseveran que solo entre los estudiantes se cuentan más de 400 fallecidos. Además hay cientos de heridos y muchos desaparecidos, entre ellos la hermana Rima, una de las Religiosas Doroteas que se encontraba en la rotonda en ese momento. Lo de Hedra, y lo de Sarkis, como lo de otras tantas personas que sobrevivieron, parece milagroso.

Ese día festejábamos el segundo aniversario de la Dedicación de la Iglesia y estábamos en plenos preparativos de la celebración y los festejos. Después de muchos años de sacrificio y de dificultades de todo tipo, el 15 de enero de 2011 había sido inaugurada solemnemente la tan esperada Iglesia, motivo de extraordinario júbilo para los cristianos de la zona que finalmente tenían su propio templo donde congregarse para rezar. Pero al cumplirse dos años les fue arrancado también ese consuelo. Hedra, herida gravemente, llegó a tientas hasta las puertas de la Iglesia. Fue allí donde la encontramos: sentada en un banco, olvidada de su propio mal, gemía viendo así violentada la Casa de Dios.

Al día siguiente vinieron muchos de nuestros fieles y amigos, a ayudarnos a limpiar, a sacar escombros y vidrios, y trasladamos todo a un salón del obispado. Allí se celebró la santa misa, de la que participó toda nuestra “pequeña-gran familia” que viene a rezar cotidianamente. No había quién no llorase. Fue una misa especial, de dolor y de acción de gracias. Una admirable muestra de fe siempre viva, que se robustece y se purifica en el sufrimiento. 

“Que no sea que por esto que ha ocurrido nuestros misioneros quieran dejarnos y volver a su país”. Fue lo primero que pensaron, nos decían consternados. Les hemos contado acerca de todos ustedes, y se sienten sinceramente acompañados por sus oraciones y ofrecimientos. Esto es muy valioso para ellos. Entre las fotos que adjuntamos, van dos que tomamos uno de esos días después de la misa, para que puedan conocer a algunas de las personas por las que ustedes rezan.
Algunos de los miembros de nuestra feligresía, un par de días después.


Un fuerte abrazo para todos.
¡Y gracias por sus oraciones!

Padres y Hermanas misioneros en Alepo (Siria)

Juan Pablo II

PADRE Y PATRONO DE NUESTRA CONGREGACIÓN

“Es mucho lo que debemos a Juan Pablo Magno, no sólo por haber sido un gran pontífice y habernos enriquecido y confirmado en la fe gracias a su ministerio petrino, sino además por haber sido para nosotros un gran Padre y Amigo.”

Por eso aquí en Chile hicimos los festejos correspondientes para honrar al Beato Papa, Padre y Patrono de Nuestra Congregación. Los mismos se llevaron a cabo en la Parroquia Nuestra Señora del Huerto, de la que participaron los novicios del IVE, los chicos y jóvenes del Hogar Sagrado Corazón de Paine, y los feligreses de la parroquia.

La Santa Misa además fue solemnizada por un coro de la ciudad de Santiago, dirigido por Alfredo Díaz, que muy gentilmente se ofrecen a cantar en nuestros eventos. También en la misma se realizó la veneración de una reliquia del Beato Papa, como un modo más patente para honrarlo.

Luego tuvo lugar la cena, con un exquisito arroz con pollo, elaborado por los cocineros del noviciado. Durante la misma, se proyectó uno de los discursos que Juan Pablo II dio cuando hizo su visita por Chile, y luego hubieron varios números de canto y baile par amenizar la noche.

Ha sido una gran alegría poder honrar de esta manera a Juan Pablo II, por todo lo que hizo y por el legado que nos dejó con sus enseñanzas, escritos, sermones, con su ejemplo sacerdotal y su ejemplo de vida de gran virtud. Fue un hombre grande, que marcó un hito en la historia, un santo, de esos que necesitamos en nuestros días para convertir el mundo a Jesucristo, y hacer que Jesucristo sea el Rey Universal.

Por eso nuevamente nos encomendamos a la poderosa intercesión del Papa Magno, que atraiga de Dios innumerables bendiciones para nosotros y le pedimos que nos siga protegiendo desde el Cielo. Nos ponemos también bajo la protección de María Santísima, y hacemos nuestras las palabras de consagración filial de Juan Pablo II, “Totus tuus ego sum, et omnia mea tua sunt, accipio te in mea omnia, praebe mihi cor tuum”.

Misioneros del IVE en Chile (Noviciado)

lunes, 11 de febrero de 2013

El Vestir de los Sacerdotes y Religiosos


Importancia del vestido

En su ensayo Para la historia del amor, decía Ortega y Gasset que «las modas en los asuntos de menor calibre aparente -trajes, usos sociales, etc.- tienen siempre un sentido mucho más hondo y serio del que ligeramente se les atribuye, y, en consecuencia, tacharlas de superficialidad, como es sólito, equivale a confesar la propia y nada más».

 Podrá argumentarse honradamente en favor o en contra del signo distintivo de sacerdotes y religiosos. Pero no es fácil que sea honrada y responsable la actitud de quien resuelve de hecho esta cuestión, alegando que se trata de una cuestión sin ninguna importancia. Pensemos, por ejemplo, en la Iglesia oriental, en la que el carácter sacerdotal de los ministros sagrados o la profesión monástica tienen una visibilidad sagrada tan patente. ¿Podrá pensar alguien con sinceridad que en el Oriente cristiano pueden sacerdotes y monjes dejar su indumentaria peculiar, aceptando sin más el vestir de los laicos, sin que esto vaya unido a profundos cambios de pensamiento eclesiológico y de orientación espiritual? Sería un insensato el que así pensara. Pues bien, en el Occidente latino la importancia de la cuestión es análoga.
Psicología del vestido
Siempre, en todas las épocas y culturas, se ha captado la fuerza significativa del vestido, viendo en él uno de los lenguajes no verbales más elocuentes. Ya dice la Escritura: «La manera de vestir, de reir y de caminar, manifiestan el modo de ser del hombre» (Ecli 19,30; texto que Santo Tomás cita al afirmar la conveniencia del hábito religioso, STh II-II, 187,6). Basta ir a una playa para comprender que el propio cuerpo humano, siendo epifanía natural del alma, expresa mucho menos de la interioridad del hombre que el vestido. De hecho, el hombre desnudo queda oculto en su desnudez. 
Eso explica que la desnudez sólo esté generalizada en pueblos muy primitivos, donde el ser personal queda diluído en el ser comunitario. Y aún en tales pueblos, ciertas realidades de importancia social, como la autoridad o la virginidad, suelen estar significadas visiblemente. Hegel señalaba en su Estética, que «donde una más alta significación moral, donde la seriedad más profunda del espíritu excluyen el predominio del aspecto físico, aparece el vestido». 
El fenómeno del vestido y de la moda, sobre todo en los últimos decenios, ha sido objeto de muchos estudios (K. Young, R. Barthes, J. Stoetzel, Ph. Lersch, G. Marañón), en los que se muestra la arbitrariedad de la moda, su condición cambiante, su afirmación del presente, su expresividad sexual, su equilibrio entre el afán de distinguirse y el de conformarse al grupo, etc. También señalan estos estudios cómo hay en la moda indumentaria sistemas abiertos e inestables, y otros cerrados, de carácter tradicional. Y hacen ver cómo una disociación entre interioridad y exterioridad suele estar en la raíz de los sistemas abiertos. Pero no es cosa de que entremos aquí en estos análisis.

Teología del vestido

En su estudio sobre Teología del vestido, Erik Peterson hacía notar que «la relación del hombre con el vestido suele tratarse fuera de la Iglesia como asunto sin importancia: cómo hay que vestirse o hasta dónde hay que desvestirse es algo indiferente. En cambio, en la Iglesia se reduce el problema con bastante frecuencia al plano moral: se censura el vestido escaso, especialmente en el sexo femenino. Pero la relación del hombre con el vestido no es principalmente un problema moral; es un problema metafísico y teológico» (Tratados teológicos 221).
En efecto, ha de recordarse en primer lugar que la vergüenza del hombre ante la desnudez propia o ajena procede del pecado. Éste es un dato de la Revelación. Antes del pecado, «estaban ambos desnudos, el hombre y la mujer, sin avergonzarse por ello». Cuando ya eran pecadores, es cuando experimentan la necesidad de cubrir sus cuerpos. Es entonces cuando se hace indecente la desnudez (Gén 2,25; 3,7: indecens, no conveniente).
Los Padres explican este misterio alegando que la desnudez se hace vergonzosa cuando los hombres por el pecado «son desnudados de la gloria que los circundaba»; es decir, «por el pecado son desnudados del vestido de gracia.

jueves, 7 de febrero de 2013

¿Qué es la Vocación?


Dentro del plan de Dios, que conduce todas las cosas y especialmente al hombre de modo libre hacia el fin, hay distintos llamados o vocaciones. “La palabra vocación cualifica muy bien las relaciones de Dios con cada ser humano en la libertad del amor, porque «cada vida es vocación»”.

Tres son los llamados principales, a saber:

  • El llamado a ser, a la existencia: Nos es común con todo lo que existe: pájaros, plantas, astros, flores, peces, estrellas, etc. Este llamado es el paso del no-ser al ser.    
  • El llamado a la santidad, a la vida eterna: Nos es común con todos los hombres, porque Dios... quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad (1 Tim 2, 4). Esta llamada es el paso del pecado a la gracia. Muchos no descubren su vocación porque todavía no han dicho que sí a esta segundo llamado, no se han decididos a ser santos.
  • El llamado a un estado de vida: por el cual a unos llama al matrimonio y a unos otros a la vida consagrada. Esta llamada es el paso a una vida de perfección.

El llamado a la vida consagrada es un acto de misterioso amor de predilección por parte de Jesús hacia un alma a la cual Él llama al sacerdocio o a la vida religiosa.

     - Esencialmente es un acto de amor. Lo dice el Evangelio cuando habla del joven que asegura al Maestro Divino el haber observado siempre los Mandamientos, pero que con todo siente que todavía le falta algo. Entonces, dice San Lucas, el Salvador “lo miró y lo amó”, posó sobre él su mirada, mirada divina, escrutadora y creadora, y en aquella mirada puso todo su Corazón. 
Fue una mirada de amor... Nos recuerda un poco a aquella otra frase del Evangelio, a propósito de otro llamamiento: "Miró la humildad de su esclava". 
     - Es un acto de amor misterioso, porque siempre será verdad que nadie sabe por qué Jesús llama a este joven más bien que a aquel otro. No son los méritos o la bondad del individuo los que determinan su llamamiento; depende únicamente de la libre elección hecha por el Redentor. "No me elegisteis vosotros a mí, sino yo"… Sólo Él obra en este negocio; Él llama a quien quiere y porque quiere
     - El que es llamado, pues, es un elegido, un predilecto, un privilegiado. Para él está preparado el trato de una intimidad divina con el Redentor. El se pondrá a Sí mismo en sus manos, obedecerá a su palabra, le confiará lo que le es más querido: las almas.

¡Qué tonto fue el joven del Evangelio en no aceptar aquel acto de predilección! Y todo... porque poseía muchas riquezas. No importa si quizá pecó o no rechazando la propuesta; lo que Sí es cierto es que lo perdió todo, se quedó siendo uno de tantos y por añadidura se fue con la tristeza: ¡se alejó triste!

Página Oficial del Verbo Encarnado en Argentina.

Cuando se piensa..


Cuando se piensa que ni la Santísima Virgen puede hacer lo que un sacerdote.

Cuando se piensa que ni los ángeles ni los arcángeles, ni Miguel ni Gabriel ni Rafael, ni príncipe alguno de aquellos que vencieron a Lucifer pueden hacer lo que un sacerdote.

Cuando se piensa que Nuestro Señor Jesucristo en la última Cena realizó un milagro más grande que la creación del Universo con todos sus esplendores y fue el convertir el pan y el vino en su Cuerpo y su Sangre para alimentar al mundo, y que este portento, ante el cual se arrodillan los ángeles y los hombres, puede repetirlo cada día un sacerdote.

Cuando se piensa en el otro milagro que solamente un sacerdote puede realizar: perdonar los pecados y que lo que él ata en el fondo de su humilde confesionario, Dios obligado por su propia palabra, lo ata en el cielo, y lo que él desata, en el mismo instante lo desata Dios.

Cuando se piensa que la humanidad se ha redimido y que el mundo subsiste porque hay hombres y mujeres que se alimentan cada día de ese Cuerpo y de esa Sangre redentora que sólo un sacerdote puede realizar.

Cuando se piensa que el mundo moriría de la peor hambre si llegara a faltarle ese poquito de pan y ese poquito de vino.

Cuando se piensa que eso puede ocurrir, porque están faltando las vocaciones sacerdotales; y que cuando eso ocurra se conmoverán los cielos y estallará la Tierra, como si la mano de Dios hubiera dejado de sostenerla; y las gentes gritarán de hambre y de angustia, y pedirán ese pan, y no habrá quien se los dé; y pedirán la absolución de sus culpas, y no habrá quien las absuelva, y morirán con los ojos abiertos por el mayor de los espantos.

Cuando se piensa que un sacerdote hace más falta que un rey, más que un militar, más que un banquero, más que un médico, más que un maestro, porque él puede reemplazar a todos y ninguno puede reemplazarlo a él.

Cuando se piensa que un sacerdote cuando celebra en el altar tiene una dignidad infinitamente mayor que un rey; y que no es ni un símbolo, ni siquiera un embajador de Cristo, sino que es Cristo mismo que está allí repitiendo el mayor milagro de Dios.

Cuando se piensa todo esto, uno comprende la inmensa necesidad de fomentar las vocaciones sacerdotales.
Uno comprende el afán con que en tiempos antiguos, cada familia ansiaba que de su seno brotase, como una vara de nardo, una vocación sacerdotal.

Uno comprende el inmenso respeto que los pueblos tenían por los sacerdotes, lo que se refleja en las leyes.

Uno comprende que el peor crimen que puede cometer alguien es impedir o desalentar una vocación.

Uno comprende que provocar una apostasía es ser como Judas y vender a Cristo de nuevo.

Uno comprende que si un padre o una madre obstruyen la vocación sacerdotal de un hijo, es como si renunciaran a un título de nobleza incomparable.

Uno comprende que más que una Iglesia, y más que una escuela, y más que un hospital, es un seminario o un noviciado.

Uno comprende que dar para construir o mantener un seminario o un noviciado es multiplicar los nacimientos del Redentor.

Uno comprende que dar para costear los estudios de un joven seminarista o de un novicio, es allanar el camino por donde ha de llegar al altar un hombre que durante media hora, cada día, será mucho más que todas las dignidades de la tierra y que todos los santos del cielo, pues será Cristo mismo, sacrificando su Cuerpo y su Sangre, para alimentar al mundo.

Un regalo de la Inmaculada


IVE en Rusia
Hace unos días atrás pudimos celebrar por segunda vez en nuestra parroquia la fiesta patronal en honor de la Inmaculada Concepción. Si bien la Iglesia Católica cuenta con alrededor de 100 años en Jabárovsk (Rusia), no tenemos noticias de que antes se hayan celebrado las fiestas patronales.
    
Cómo es tradición en nuestra Familia Religiosa, nos preparamos con una novena y cada día rezábamos por una intención: por las vocaciones, por los enfermos, por los jóvenes, por las familias, por los difuntos, por los niños, por los ancianos, por los sacerdotes y religiosas que trabajaron en la Parroquia, por los trabajadores y por los que buscan un empleo digno. Nuestros fieles  no están acostumbrados a las novenas, pero aún a pesar de ello, algunos participaron viniendo a Misa. Con el correr del tiempo vamos recomenzando estas santas tradiciones, ya que muchas de  estas prácticas piadosas se fueron perdiendo por el comunismo.

No sabemos cuántas gracias derramó la Santísima Virgen en estos días, pero si fuimos testigos de una gracia que nos concedió la Inmaculada Concepción: el 
poder rezar ante las reliquias de San Nicolás en la capilla del Seminario Ortodoxo de Jabárovsk. Por medio de un monje amigo, el padre Nicanor, le pedimos al 
Obispo Efrén permiso para poder ir a venerar las reliquias de éste santo, tan venerado por los cristianos orientales. El Obispo accedió y permitió que pudiéramos rezar y hacer una pequeña liturgia en la Capilla del Seminario.

Invitamos a los fieles de nuestra parroquia para que nos acompañaran y aún a pesar del frío y del viento (que hace sentir el frío mas intensamente), fueron 15 los fieles que asistieron a ésta pequeña celebración litúrgica y en un ambiente de oración y recogimiento, cada uno de ellos se acercó con gran devoción a venerar las reliquias de San Nicolás. Al final agradecimos a los seminaristas y a los sacerdotes que estaban en el seminario por permitirnos rezar en su capilla.

Una de las gracias que pedimos a  San Nicolás  y a la Inmaculada es que nos ayuden a poder acrecentar nuestra amistad con nuestros hermanos ortodoxos aquí 
en el Extremo Oriente ruso.

Misioneros del IVE en Jabárovsk (Rusia)

miércoles, 6 de febrero de 2013

Una Copia de Cristo


Imitar a Cristo

En una calle de Paraná, en la calle Enrique Carbó al 500, leí el siguiente grafito: «Nacemos originales, morimos siendo copias», que expresa crudamente la realidad de muchos de nuestros contemporáneos, quienes por la actual cultura masificadora y globalizada terminan pensando, sintiendo, consumiendo, sufriendo y desesperándose igual unos y otros, como clones. Y que suena como un lacerante grito.

El cristiano y, por doble título, el sacerdote, debe ser «otro Cristo»,«una copia de Cristo».Y ello por doble razón: una, por la ontológica configuración con Cristo realizada por la gracia crística y cristificante, tanto del sacramento del Bautismo cuanto por el sacramento del Orden; y la otra, por la moral configuración con Cristo por la imitación de las virtudes y sentimientos que tuvo Él. Esta «copia de Cristo» no solamente no quita nada a la originalidad irrepetible de cada hombre y mujer, sino que potencia esa originalidad y es su mejor defensa, ya que lo sobrenatural supone lo natural; no destruye lo natural sino que lo sana, eleva, dignifica, ennoblece y perfecciona. Además es un imposible, metafísico y teológico, ser un clon de Cristo, ya que en Él y sólo en Él se da la novedad única e irrepetible, de estar su naturaleza humana unida hipostáticamente a la persona del Verbo. Sólo Él es Hijo por naturaleza, nosotros lo somos por adopción, en plenitud de libertad y de originalidad.

Esto no ocurre con quienes, a sabiendas, no quieren imitar al Señor y por buscarse a sí mismos, de manera desordenada, terminan siendo copias unos de otros como dibujados bajo papel carbónico. Las mismas angustias, los mismos vacíos porque siguieron vaciedades y se quedaron vacíos (Jr 2,5) –como hemos visto en la ideología progresista tanto de línea liberal cuanto marxista–, las mismas soledades en medio de multitudes, el mismo aburrimiento infinito del zapping, la misma pérdida de grandes ideales, los mismos gustos impuestos por la propaganda, diciendo los mismos clichés que imponen los medios, la inteligencia narcotizada del pensamiento único manipulada hasta por la forma de elegir los titulares de los medios en un mundo que quieren hacer a imagen y semejanza de los dadores de sentido. Se transforman en insoportables facsímiles.

Página Oficial del Verbo Encarnado en Argentina. 

Padre Buela

Fundador de la familia del Verbo Encarnado

El padre Carlos Miguel Buela, I.V.E., es sacerdote desde el 7 de octubre de 1971. Desde el comienzo de su sacerdocio se avocó con ahínco a la pastoral juvenil, con la convicción de que la Iglesia se ocupa de los jóvenes “no por táctica sino por vocación”.  

Ha fundado el “Instituto del Verbo Encarnado” y el Instituto “Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará”, rama femenina de la Familia religiosa “del Verbo Encarnado”. Ambos institutos cuentan con rama contemplativa y activa y a 26 años de fundación  tienen  más de 1500 miembros misionando en los cinco continentes. Su carisma  es la prolongación de la Encarnación del Verbo en todas las manifestaciones del hombre y su fin específico la evangelización de la cultura.

Página Oficial del Padre Buela

Soldados de Cristo y de la Virgen Maria

El Instituto del Verbo Encarnado, rama masculina de la familia Del Verbo Encarnado, tuvo sus comienzos en Argentina, el 25 de marzo de 1984, día en que su Santidad Juan Pablo II consagraba el mundo a la Santísima Virgen de Fátima.

Es un instituto clerical, sin excluir la posibilidad de que se integren armoniosamente religiosos que no sean sacerdotes. Sus miembros aspiramos a consagrarnos a Dios por la profesión de los consejos evangélicos, emitiendo votos públicos, viviendo una vida fraterna en común, con el apartamiento propio de los religiosos, de modo tal que podamos tender a la perfección de nuestro estado.

Los religiosos del Verbo Encarnado queremos estar anclados en el misterio de la Encarnación que como ha dicho Juan Pablo II es el misterio primero y fundamental de Jesucristo y desde allí lanzarnos a “restaurar todas las cosas en Cristo” (Ef 1,10), buscando ser como otra Encarnación del Verbo para encarnarlo en todo lo humano. Somos concientes que, como enseña San Ireneo, “Lo que no es asumido no es redimido”. De modo que nada de lo auténticamente humano nos es ajeno, porque a todo y a todos debe llegar la vida de la gracia que Jesucristo vino a traer al mundo.

Página Oficial del Verbo Encarnado en Argentina.