4 DE FEBRERO DE 2015 / MONASTERIODELPUEYO
El 2 de febrero celebramos la “Presentación del Señor”, día elegido por San Juan Pablo magno para agradecer a Dios por el grandísimo don de la vida consagrada; día para renovar nuestra entrega; día para meditar en el modo de vivirla más intensamente; y día para festejar.
Así, gracias a Dios, lo hemos podido hacer.
Solo Dios
Comparto una bella y profunda poesía escrita por el beato y mártir Miguel Agustín Pro, mexicano y jesuita, sobre el gran tesoro del religioso, su misma vida consagrada a Dios.
Mi Tesoro (en mis votos)[1]
Mentira es el placer y la alegría,
que nos brindan un día
los goces de este mundo envenenado;
el único consuelo que él encierra
es morir en la tierra
por vivir con Jesús crucificado.
Busquen los hombres sin descanso el oro,
aumenten su tesoro
allegando a la vez pena y cuidado,
que yo ya tengo lainmortal riqueza
en la santa pobreza,
en la cruz de Jesús crucificado.
La angélica virtud, lirio escondido,
que en el jardín florido
del claustro crece puro y perfumado,
la frente inunda en célicos matices,
pues tiene sus raíces
en la cruz de Jesús crucificado.
Otra corona más, timbre de gloria
con que alcanzó victoria
el cordero obediente inmaculado,
consuma mi oblación, que la obediencia,
es la segura ciencia
de vivir con Jesús crucificado.
Ya con este tesoro, mi esperanza
a traspasar alcanza
el límite fugaz al hombre dado,
viviendo pobre en este bajo suelo
y rico para el cielo
unido con Jesús crucificado.
[1] Poesía compuesta por el P. Pro al término de su noviciado (A. Dragón, El Padre Pro(Bilbao, 21934) p. 47)
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