A continuación presentamos con regocijo, los primeros iconos de nuestros jóvenes religiosos del Verbo Encarnado, que han querido servirse de este excelente medio, como es la imagen sagrada, para predicar la Palabra hecha carne y continuar la Epifanía de la Belleza de Dios en el mundo actual.
San Gabriel Ancángel. Icono pintado por P. Jaime Martinez Spezza IVE
Padre Jaime Martinez Spezza IVE, hace pocos años que es sacerdote en nuestro Instituto del Verbo Encarnado, IVE y se encuentra actualmente, misionando en Medio Oriente. Les mostramos sólo algunas de sus pinturas que pudo enviarnos y que realizó cuando estuvo establecido en nuestro Monasterio contemplativo en Tunez.
Hizo algunos iconos más para nuestras distintas comunidades donde se encuentra el IVE, pero lo que hay que resaltar en el fenómeno “icono” es que le resultó, -además de la predicación de la Palabra- un excelente medio de Catequesis para explicar la Teología a través de la bellísima riqueza de los símbolos cristianos.
Dice San Juan Pablo II: “Hoy, como en el pasado, la fe es el necesario estímulo del arte eclesial. El arte por el arte que hace referencia sólo a su autor, sin establecer una relación con lo divino, no tiene cabida en la concepción cristiana. Cualquiera que sea el estilo que adopte, todo arte sacro debe expresar la fe y la esperanza de la Iglesia. La tradición de la imagen sagrada indica que el artista debe tener conciencia de cumplir una misión al servicio de la Iglesia. El auténtico arte cristiano es aquél que, a través de la percepción sensible, permite intuir que el Señor está presente en su iglesia, que los acontecimientos de la historia de la salvación orientan y dan sentido a nuestra vida, que la gloria que nos ha prometido transforma ya nuestra existencia. El arte sacro debe tender a darnos una imagen visual de todas las dimensiones de nuestra fe. El arte de la iglesia debe procurar hablar la ‘lengua’ de la Encarnación” (Duodecimum saeculum, 11).
Breve descripción del Icono del Arcángel S. Gabriel:
“Bendecid a Yahvé, ángeles suyos, héroes potentes que cumplís sus órdenes en cuanto oís la voz de su palabra”. (Sal 103,20)
“Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles…” (Mateo 16,27)
“Como seres inmateriales, los ángeles sólo pueden ser retratados de modo simbólico. Sus cualidades se representan con formas materiales. Los vemos como seres hermosos, porque, dado su amor a Dios, reflejan la belleza divina. Aunque son anteriores a las estrellas, los vemos jóvenes, porque Dios “hace nueva todas las cosas” (Ap 21,5). Están dotados de grandes alas para mostrar que van al instante allí donde Dios los necesita. su inteligencia y su absoluta atención se reflejan en su expresión facial. Las cintas decorativas en el cabello, cuyos extremos caen a ambos lados de su cabeza, simbolizan su escucha obediente a la voz de Dios. Sus pies apenas tocan el suelo, para recordarnos que no son seres materiales”[1].
¿De donde provienen el Arte sacro? “De dónde proviene la obra de arte sino de Dios?, escribía San Agustín. Pues es Dios quien crea las manos del artista y concede a su alma el poder de mandar sobre los miembros; es Dios quien crea la materia del la cual saca el artista la obra de arte; es Dios quien hace vibrar el espíritu por el que el artista adquiere su arte y se hace capaz de manifestar externnamente lo que ve dentro de sí; es Dios quien le da la capacidad de pasar de la imaginación a la elaboración, así como de juzgar si la obra fue artística o no. Y por eso al Dios todopoderoso lo alaban no sólo los seres naturales, sino también las obras de arte”[2].
Algunos otros iconos del mismo autor.
Cristo Pantocrator de Santa Sofía
Virgen de la Ternura, Eleusa
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