misionesIVE febrero 27, 2015 Papúa Nueva Guinea
Si no has leído la primera parte puedes hacerlo en: http://misionesive.verboencarnado.net/2015/02/15/navidad-en-fas-figeri-parte-1/
Viernes 19
Hoy por la tarde rezamos el Rosario como todos los días. Les dije que corten alguna flor y después la lleven con ellos. Estaban felices cuando les dije para qué era. Al terminar el Rosario les dije que cada uno mientras que hacemos un canto, le va a ir a dejar la flor a la Virgen, y junto con la flor le pueden dejar una intención, o un pensamiento… Los más grandes que no habían traído flores les pedían a los niños para también ellos poder ir y dejársela a la Virgen junto con sus intenciones.
Me propuse cada día al final del Rosario hablarles de un tema. Ayer del Rosario, hoy de la oración. Nunca tuve un auditorio tan atento. Al final les dije si tenían alguna pregunta y los hombres con sencillez de niños me preguntaban: “¿pero sí voy caminando en la selva y no puedo hacerme la señal de la cruz (por la carga que llevan…) puedo rezar igual? ¿Dios me va a escuchar?” Otro “¿si yo no suelo rezar todos los días, Dios igual me va a escuchar?”
No sabía cómo preparar las prédicas. Pero después se me hizo mucho más fácil, buscando de hacerlo bien sencillo me di cuenta que no hay nada más preciso y sencillo que el evangelio. Hoy les hablé de la oración. Y me pregunté: ¿cómo lo enseño Jesús? Recordé la parábola del juez injusto y la viuda, la parábola del fariseo y el publicano…. Sencillísimo! Me acordé de aquella oración “Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños”. Y para predicarles, me di cuenta que no tengo que trabajar mucho el texto evangélico. Todo les cae como de molde, y da la impresión de que muchos por primera vez escuchan hablar de los misterios divinos y la moral evangélica. Las cartas paulinas también les caen de lleno, el evangelio y sus exigencias lo escuchan (me imagino yo) como se lo escucharían los paganos a los primeros apóstoles.
Es así. Son muy sencillos y como niños. Pero también como sencillos, son rudos o atrofiados (por decirlo de algún modo) por las miserias de la naturaleza aún no evangelizada o redimida. Por ejemplo me encontré un hombre que vive en la selva. Tendrá unos treinta años. Feliz me contaba cómo había podido conseguir mujer… Por un cambio entre las familias…. Él entregó su hermana en matrimonio a otro, y a él le dieron la hermana del mismo, una chica que apenas debe tener 17 años. Si bien a los ojos de ellos tampoco está del todo bien lo que hace, igualmente está totalmente avalado por sus costumbres. Nadie se puede quejar. Y la pobre chica no puede hacer nada. Se me revuelve el estómago cada vez que me acuerdo. Otro ejemplo de lo mismo de esta crudeza o falta de evangelio en sus vidas o cultura es la poligamia que algunos practican, o el vicio del alcohol para algunos otros. También es muy común, el tomar por esposas a niñas o muchachas más jóvenes. Las toman por derecho, por intercambios. Si una mujer se casa, el hermano (o primo o familia) de la mujer tiene derecho a que le den la hermana (o prima o familia) del casado. Ahora hay varías señoras de 30 o 40 años que están viudas por esto mismo, porque cuando las casaron ellas eran solo niñas. Otro ejemplo son los miedos y creencias que muchas veces tienen y que les hacen hacer o dejar de hacer tal o cual cosa, y éstos rigen sus vidas más que el evangelio.
Por la noche me quedé charlando con el maestro y su familia junto al fuego y me contaba y explicaba un poco de algunas creencias y costumbres paganas del lugar. Mientras charlábamos, la hija apagó el fuego…. Le pregunté por qué, y me dijo que lo hacía para que el “sanguma” no se vaya a aparecer en las llamas. Les expliqué cómo satanás se alegra cuando le tomamos demasiado miedo y respeto. También le conté que a un bautizado no le puede hacer nada, y que el demonio tiene terror a la Virgen. Por eso hay que invocarla cuando tememos al demonio o cuando él mismo nos tienta. Me asombré y alegré mucho cuando vi que después de lo que les conté, la misma chica encendía el fuego.
Sábado 20
Después de la Misa por la mañana nos organizamos un poco más con los monaguillos, practicando las respuestas del pueblo de la Santa Misa y los cantos. En la Misa de ayer le hice señas al cantor para que largue con el santo. Pensó un ratito, y largó el gloria lleno de entusiasmo… lo cantamos todo y seguí con la plegaria. Paciencia…
Por la tarde fui al Rosario como estaba programado. Me preparé bien porque iba a hablarles de la Confesión. Iba en camino hacia la villa y después de cruzar el río, veo niños que iban y venían. Y después otros jóvenes más grandes que pasaban corriendo con arcos y flechas. Después me contaron que le dieron a un ciervo y lo vienen persiguiendo. Estaba por ahí, en los alrededores de la villa. Ya le habían clavado dos flechas, entonces no podía estar muy lejos me dijeron…. Obviamente el Rosario no podía empezar. Estaban todos en “otra”, y creo que el padre también… Escuchamos gritos a lo lejos. Era la tercera flecha que le clavaban. Pero con eso el ciervo se internó más en la selva y se hizo de noche. Todos volvieron, se tranquilizaron y comenzamos con el Rosario y confesiones.
Domingo 21
En la santa Misa les prediqué de la Eucaristía. La Colecta muy generosa, k 120 (50 dólares), nunca pensé que la iban a hacer.
Durante la Misa mataron el ciervo… Entre dos hombres lo traían colgando del palo al que lo habían atado. ¡Un ciervo enorme! Yo lo vi pasar por el costado mientras celebraba. Un monaguillo hizo una inclinación con mucha reverencia al altar y se fue a verlo. Después de la Misa lo fuimos a ver. Me estaban esperando a mí para que lo vea antes de que lo desposten. Sacamos unas buenas fotos, y todos muy contentos se fueron a un pequeñito arroyo a limpiarlo y despostarlo. Con machetes sobre unas hojas de palmeras en el mismo arroyo lo cortaban y despostaban, de modo que el agua pueda mantener la higiene. Lo despostaban a las buenas de Dios y ahí mismo, cada uno se iba llevando un pedazo a su casa. Todos participaban de los beneficios. Son como una gran familia (literalmente hablando).
Después, mientras que las mamás lo cocinaban, los hombres se habían juntado a organizar la Navidad y el día de la bendición del templo. Yo estuve con ellos un poco y después me fui a visitar algunas casas. También había llevado la red de vóley a la Villa. Armaron una cancha y jugamos. Un poco rústicos, pero jugamos los hombres solamente. Los más jóvenes de 15-18 no jugaron, sólo miraban. Jugamos con cambio de saque…., creo que hace unos 10 años que ya no se juega así.
Pude visitar un caserío apartado, Kwila Kamp. Donde me decían que nunca antes había ido un sacerdote a sus casas.
Por la noche después del Rosario les hablé de la gracia. Que es la vida de Dios en nosotros. Les explicaba cómo puede crecer nuestra vida espiritual al igual que la corporal. Cómo el pecado mata la vida del alma quitándonos esa vida de Dios que hemos recibido en el Bautismo…. Y luego dos me preguntaron, un señor primero y después una anciana: ¿qué pueden hacer para recuperar esa vida de Dios si caen en pecado y por varios meses no viene un sacerdote a sus villas para confesarlos?…. Me quedé un momento en silencio. ¡Pobre gente!
Al llegar a la casa, nos sentamos junto al fuego con Jorge, el profesor, y algunos otros. Y mientras fumaban cigarros caseros (con tabaco de sus propias huertas envueltos en hojas de diario) me hicieron muchísimas preguntas sobre costumbres y creencias del lugar. Cómo se podrían explicar, qué dice la fe sobre eso. A mí también me sirvió muchísimo para saber más de ellos y apuntar mejor en las prédicas.
Lunes 22
Fuimos a la selva a ver si teníamos suerte y cazábamos algo. Caminamos 4 horas cruzando arroyos y monte. Vimos solo rastros, y al volver nos dijeron que a unos 100 metros de la casa vieron pasar tres ciervos. Y un poco más allá, dispararon a un chancho dos flechas…. ¡Me tendría que haber quedado! (El chancho con las dos flechas, según me dicen, ya en cualquier momento lo encuentran, mañana van con los perros a ver si lo ven y lo terminan de matar). Al volver por la selva, seguimos un río no muy grande, de dos o tres metros de ancho, e hicieron algo muy curioso: agarraron unas ramas de no sé qué arbusto y las molieron poniéndolas sobre una piedra y golpeando con otra sobre las ramas. Las ramas ya molidas o licuadas las tiraron al río. Eso hizo una gran cantidad de espuma blanca y por dónde pasaba la espuma, los pescados iban quedando como tontos o muertos y así mismo los iban recogiendo. Eran bagres o como truchitas de no más de 20 cm…. Pero más que suficiente.
Por la noche les hablé de la familia y del matrimonio. Estuvo muy bueno. Les hablé largo, pero pusieron muchísima atención e hicieron muchísimas preguntas. Yo me había preparado bien. Les leí el Génesis y luego lo que Cristo había dicho…. Les hablé contra la poligamia especialmente, y de cómo las mujeres no pueden ser tratadas como dinero…. Cómo los padres tienen los hijos a cuidado suyo pero son de Dios, y no pueden entregar una hija como si nada a un desconocido…. Las inconveniencias del matrimonio entre primos… Cómo los antepasados practicaban cosas distintas porque aún no conocían a Cristo y a su evangelio. Pero ahora ellos si conocen la Verdad.
Martes 23
Por la mañana después de la Misa, para sorpresa mía, se organizaron en distintos grupos y unos preparaban y practicaban los cantos para el 24. Otros los bailes para el mismo día. Otros se pusieron a levantar el templo que vamos a usar acá en el colegio para la noche del 24. El templo está hecho con cañas y adornado con toda clase de flora. Otros prepararon un drama… Lo más parecido a nuestros divagues de san Felipe Neri. Les encanta prepararlo. Los que lo preparaban eran mayores y todos los niños estaban alrededor mirando y matándose de risa.
Por la mañana también, todos los días después de la Misa me siento afuera con los niños y les muestro las estampitas que envió la abuela de Mili (imágenes catequéticas y de la historia sagrada), les encanta. Y aunque saben muy poco, me imagino que con estas imágenes les debe quedar bien grabado.
Hoy fue el último día que nos juntamos por la noche a rezar el Rosario como preparación para la Navidad. Después del Rosario, les hablé de la muerte, el alma, las postrimerías y algunas cosas que me habían quedado en el tintero como satanás y los espíritus….. Cosas muy confusas para ellos. De nuevo una alegría poder explicarles cómo satanás ya fue vencido por Dios y por los hombres también, al haberse hecho hombre Dios mismo, y cómo satanás teme y huye al escuchar el nombre de María. Me preguntaron y así pudimos hablar de cómo muchas costumbres o tradiciones que tienen no son buenas, sino que son inspiradas por satanás. Porque sus antepasados aunque muy buenos, todavía no conocían a Cristo y así satanás tenía poder e influencia sobre sus costumbres…. Muy lejos de enojarse me lo confirmaron, y alegres me agradecían que les diga así de claro las cosas. La verdad que no es exagerado lo que digo. Todavía tienen mucho de paganos y costumbres que sí no son inspiradas por Dios o por una natura ordenada no pueden ser más que inspiración del demonio.
P. Martín Prado
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