viernes, 22 de mayo de 2015

Madre de Luján, ¡estás cada vez más linda!

Posted on mayo 19, 2015

Ushetu, Tanzania, 18 de mayo de 2015.

Queridos amigos y familiares, les mando algunas noticias de estos lados. Son temas variados, y algunas cosas más interesantes que otras, pero de todos modos es para que recen por nosotros y todas las actividades de estos lados.

Fiesta de la Virgen de Luján



Para contar… los mejor de estos días ha sido la fiesta de la Virgen de Luján, y la renovación de promesas de los miembros de la Legión de María. Algunos hicieron la promesa por primera vez, y otros renovaron, en total dieciocho. Que se suman a los siete que lo habían hecho en la fiesta de la Virgen de Lourdes. Ellos prepararon las cos
as de la liturgia y los festejos. Estuvo muy linda la misa de la fiesta. Nos habíamos preparado espiritualmente para celebrarla rezando la novena los días anteriores. Para la Misa, también vinieron todos los niños de la escuela de las hermanas. Al final de la misa pasaron y cantaron delante de la imagen de nuestra Madre un canto a la Virgen de Luján que las hermanas han traducido al swahili y es con la melodía conocida de la canción “¡Oh, María, Madre mía, oh consuelo del mortal…!”, etc.





Después de la misa hicimos una procesión… En algunos momentos miraba el anda con la imagen, y realmente se veía hermosa. Daban ganas de decirle algo a nuestra Madre de Luján, que así se paseaba por las cercanías de la misión, con tanta paz y tranquilidad.. como dice el tango a la Virgen de Luján: “¡Estás cada vez mas linda!”. Los que llevaron el anda fueron los miembros de la Legión. Terminamos festejando con todos con té y mandasi (el buñuelo que les he contado otras veces). Los legionarios se quedaron para almorzar, y festejaron, se los veía felices. Me causó mucha gracia que las señoras de la Legión vinieran a pedirme una pelota de vóley para jugar un rato mientras esperaban que estuviera lista la comida. Había un buen clima de fiesta y de familia.





Por la tarde vinieron los niños y niñas. Los varones representaron por equipos la parábola del Hijo Pródigo. A unos les salió mejor que a otros… o mejor dicho un grupo lo hizo bien y los otros dos grupos, una calamidad. Pero estuvo lindo, y también divertido para los chicos. De todos la deficiencia ha sido mía, porque no he podido darles el tiempo para enseñarles, para dirigirles al menos algún ensayo. Ese es otro de los planes, para cuando tengamos tiempo, poder hacer pequeñas obras de teatro, como las de la Antología Teatral Salesiana, que tanto agradaban en el Seminario Menor.

Luego de los varones, las niñas habían preparado un representación del milagro de Las Carretas, de la Virgen de Luján, para explicarles a todos cómo fue que empezó la devoción. Y también dos milagros más de la Virgen, de esos en que ella salía de noche a ver algunos enfermos. Están muy lindas las fotos de esto, hay una muy buena del negro Manuel rezando ante la Virgen.



Retiro de sacerdotes

El lunes pasado tuvimos un retiro de sacerdotes en la diócesis. Esta vez lo organizaron en una parroquia vecina, que es colindante con la nuestra, pero no tenemos camino de autos que nos comunique directo, así que si bien es cerca en línea recta, para llegar tuve que darme una vuelta, que pasaba por otras dos parroquias. Yo era la segunda vez que iba a la parroquia de Bulungwa, así que pude viajar solo, y llegué sin perderme. Eso sí, fueron casi tres horas de viaje de ida y dos horas y media de regreso… por camino de tierra, en partes muy malo, y a los saltos, literalmente, de esos en que te encuentras suspendido en el aire, entre el asiento y el techo del vehículo. El retiro estuvo muy lindo, siempre hace bien… no es como estamos acostumbrados en nuestra Congregación, pero siempre es bueno verse con todos los sacerdotes de la diócesis, y rezar junto con ellos. Todos saludan siempre muy bien, dan la bienvenida y preguntan. Ahora me preguntaban por mis vacaciones, por mi familia, si los había encontrado bien, y también por la salud del P. Johntin. Luego se reza, realmente, adoración, coronilla de la Divina Misericordia, meditación en silencio, Rosario. Todo esto junto a los fieles de la parroquia. Luego nos vamos los sacerdotes a una charla, preparada generalmente por el párroco que nos recibe. Esta vez nos habló sobre la Divina Misericordia, explicó bien toda la devoción, y cómo se debe celebrarla. En la charla siempre estamos todos los sacerdotes, incluso el obispo. Luego de la charla se hablan diversos temas… esta es la parte menos atractiva, porque hasta se hablan temas económicos, etc. Pero muchas veces se usa para corregir defectos de la celebración litúrgica, el obispo da algunas indicaciones a todos en general.

Después de la charla, volvemos a la iglesia y se hace liturgia penitencial, en la que también participan los fieles. Los primeros en confesarse son los sacerdotes y el obispo, y luego todos los sacerdotes se ponen a confesar… así que se pueden imaginar qué bueno que es esto, porque en media hora se confiesan todas las personas que llenan la iglesia. Luego de eso comienza la Santa Misa, y recién después vamos al almuerzo.

Yo miraba el reloj en la misa, y sobre todo miraba el sol que se iba yendo… así que puedo decir que salí casi huyendo, y comencé el viaje que era largo, y se sumaba que estaba muy cansado. Eran las seis de la tarde y todavía no almorzábamos. Emprendí a ésa hora mi viaje de regreso, desandando camino hasta Ushetu. Lamentablemente no podía quedarme a dormir en otra parroquia (que hubiera sido lo mejor) porque en la misión estaba el voluntario sólo (el de Egipto, Kyrollos), y además al día siguiente era el día del patrono de los monaguillos, San Pancracio, y no quería dejar de celebrar la misa aquí. Llegué de noche, aunque no tan tarde, a las 20:30 hs, sin embargo por el cansancio del día, me parecía mucho más tarde. Lo bueno era que me esperaba un buen descanso.



Adoración en silencio

De los demás días por aquí, tengo dos cosas muy buenas para contar. Una de ellas, fue un día de adoración que organizamos con Filipo, para el grupo del Sagrado Corazón. Ellos lo habían pedido, y se venían preparando antes de mis vacaciones. Digo que se preparaban porque acá no están acostumbrados a rezar en silencio, como yo les he contado antes. Así que les hemos ido enseñando, para que aprendan a rezar en silencio delante de la Eucaristía. Se anotaron por turnos y expusimos el Santísimo a las 10:00 am, hasta las 5:00 pm. De todos modos, aprendieron que habían dos “encargados” en cada turno, pero los que querían estar, podían. Así que en la iglesia hubieron siempre más de siete adoradores delante del Santísimo. Yo estuve confesando, ya que el día siguiente era el primer viernes. Y aproveché a quedarme sentado al fondo de la iglesia, para poder verlos, y para que me vieran ellos rezando también… y para estar en el confesionario, con la estola puesta, y se acostumbran a verme allí. Así fue que algunos que entraban durante el día me veían, y se confesaban. No estuve todo el tiempo allí, porque eran muchas horas, y el trabajo seguía hasta la tarde bien tarde. Lo bueno fue que para el momento de rezar el rosario y la bendición eucarística en la iglesia habían cerca de 70 personas.



Planes

Por último les cuento que estoy programando un curso de Biblia para los catequistas y los líderes de la parroquia. Para los catequistas será obligatorio, para los líderes optativo. Va a ser de cuatro días enteros, en la última semana de mayo. Tendré que contarles más una vez que lo hagamos. Invité para dar las charlas a uno de los padres mejicanos de la parroquia de Mwanangi, que está junto al lago Victoria, y va a venir con dos jóvenes de los que ellos tienen en formación. Y se quedarán una semana, así de paso me ayuda un fin de semana con misas, y visitamos alguna aldea. Lo bueno es que además serán unos días lindos, con buena compañía y mucha actividad.



Este tipo de actividades como reuniones en la diócesis, celebraciones aquí en la misión, y los cursos y encuentros con los catequistas, me está llevando mucho tiempo, y me ha impedido poder salir muchas veces a visitar las aldeas. Eso realmente es un lástima y siempre es una preocupación que carga su peso sobre la conciencia. Sabemos que no estamos obligados a hacer más de lo que podemos, pero al estar solo en la parroquia, y tener tantas actividades (muy importantes por cierto), van quedando relegadas las almas de las aldeas, las que están más lejos, las que tienen menos atención y más necesidad. Y eso siempre es un desvelo, que me debe llevar a rezar por ellos cada día, a ofrecer los trabajos, y seguir pidiendo a Dios para que pronto seamos más misioneros por estos lados. A insistir en estos pedidos me van a ayudar ustedes.

¡Firmes en la brecha!

P. Diego Cano, IVE.

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