misionesIVE abril 8, 2015 Siria
No es fácil hacer un día de picnic en medio de una guerra! Pero si existe la posibilidad de concretarlo, se convierte en una ocasión única que no se puede dejar pasar: aprovechando para descansar, para cambiar de actividad, para disfrutar un momento entre amigos, practicar algún deporte… Gracias a la acogida del P. Eduardo, sacerdote franciscano que nos facilitó el predio de Terra Santa, gozamos de un día totalmente atípico junto a nuestros jóvenes.
Terra Santa,el predio donde se encuentra el convento franciscano de Alepo fue en un tiempo el centro de reunión de las familias cristianas, especialmente en verano: había allí espacio y juegos para los niños, canchas para practicar diversos deportes, se proyectaban filmes para las familias y hasta tenía una pileta de natación. Cada tarde acudían allí familias enteras a compartir un momento de descanso y recreación.
Con la guerra, la zona donde se encuentra el predio quedó situada en un lugar peligroso y hasta hace un tiempo atrás no era posible llegar allí. Pero en estas semanas, aprovechando la calma en ese lugar concretamos una salida con nuestros jóvenes. A pesar de que la distancia que separa Terra Santa de nuestra casa es muy poca, había jóvenes que debido a la situación que vivimos aquí por más de tres años no habían vuelto.
Comenzamos y terminamos la salida con la oración. Dios nos regaló un hermoso día que disfrutamos en pleno: deportes, diversos juegos, aire libre, un rato de cantos tradicionales sirios… Los jóvenes contentos y agradecidos recobraron ánimos para iniciar la segunda parte del año universitario.
M. María de Nazaret
Alepo, Siria
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