martes, 2 de diciembre de 2014

Los primeros 6 meses de misión en Papúa

misionesIVE noviembre 28, 2014 Papúa Nueva Guinea

Querida familia religiosa,

Después de haber cumplidos nuestros primeros seis meses en la Misión de Papúa, junto con el p. Martin Prado, queríamos escribir unas líneas para contar un poco cómo es una semana “normal” en esta hermosa misión.

Nuestra parroquia se llama Santisima Trinidad y tiene una extensión de 40 kilometros, abarca cinco comunidades y tiene una poblacion aproximada de 5 mil personas. Hay algunas sectas pero la mayoría son católicos.



Misa y adoración:

El día Lunes tenemos el día de descanso: tenemos la santa Misa y la adoración en nuestra capilla y después hacemos alguna salida comunitaria.

El dia Martes tenemos la adoración, Santa Misa y confesiones en una comunidad que se llama Waromo, el Miercoles hacemos lo mismo en la comunidad de Yako, el Jueves lo hacemos en la cominidad más lejana de nuestra parroquia, que limita con Indonesia y se llama Wutung.

El Viernes tenemos la Santa Misa en dos colegios de la diosesis: uno esta en el predio de nuestra casa y tiene 300 alumnos y el otro esta a unos 15 kilometros y tiene 80 alumnos. A estos colegios los ayudamos celebrando la Santa Misa y administrando la economia.

El sabado tenemos la santa Misa en el hogar para mujeres que atienden las Servidoras y después de la Misa confesamos a las chicas y a las religiosas que trabajan en el hogar.



A la tarde tenemos la doraciónen al Santisimo en nuestra casa y después vamos a confesar a dos comunidades y por lo general estamos los tres confesando durante dos horas.

El Domingo tenemos la Santa Misa en la cinco comunidades de la parroquia y a veces hay bautismos por la tarde.

Legión de Maria:

Los legionarios de Maria son un gran ayuda para la parroquia. En cuatro comunidades está la Legión de Maria de Adultos y en tres de ellas esta la Legión de Maria de Jóvenes. Todos se reunen una vez a la semana y siguen todos los pasos del clasico libro de la Legión de María, que esta traducido al Pidgin. Nosotros tratamos de atenderlos en sus reuniones semanales donde (como en todos lados) se reza el rosario, se tiene un punto espiritual, se rinde cuenta de los apostolados hechos y se organiza el apostolado de la semana. Como apostolado suelen visitar las casas, tanto de los que viven en la villa como también a los que estan en la selva, visitan los enfermos, y los a los presos y a los que estan aljados de la Iglesia. También, de vez en cuando, hacemos algunas salidas recreativas con ellos.



Seminario diosesano:

En el seminario diosesano se ayuda con las clases y predicando retiros de días.

Para terminar quería compartir un texto que cita el p. Carrascal en el libro “Si vas a ser Misionero” que habla de la univesalidad de la Iglesia y de su vocación misional: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, al mundo universo y predicad el Evangelio a toda creatura. Haced discípulas mías a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todas las cosas que os he mandado; y he aquí que yo estaré con vosotros hasta la consumación de los siglos. El que creyere y se bautizare se salvará, pero el que no creyere será condenado…. El texto por antonomasia de la universalidad, dice el P. Salaverri: “Universalidad de poderes en Jesucristo Redentor; universalidad geográfica; universalidad de destino: a todas las gentes; universalidad de prescripciones y observancias: todas las cosas que os he mandado; universalidad de duración: hasta la consumación de los siglos; universalidad de obligatoriedad: el que no creyere será condenado (…)

No midamos a la Iglesia con nuestra pequeñez, antes dilatemos nuestro corazón a la medida de su grandeza. Universal fue la Pasión de Cristo; universal el precio de la Redención; universal su oración y sacrificio en la cruz; universal había de ser la Eucaristía, como universal debe ser también su Esposa, corredentora suya en la redención del mundo. Amémosla, pero amémosla como la hizo, formó, hermoseó, fecundó, y amó y dotó su divino Esposo. Como es. O si sic amaremus! ¡Oh, si la amásemos como El!”». (Si vas a ser Misionero, Juan Carrascal Roman S. J, Editorial “Sal Terrae”, Santander, (España), 1957, pag. 357-358).

Nos encomendamos a sus oraciones para que seamos fieles instrumentos de la gracia de Dios.
Maximiliano N., misionero del IVE en Papúa Nueva Guinea

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