Pasó la noche negra; el maloliente
Humo no se va, más bien se espesa.
Iluminando el cielo en Medioriente
Cae la bomba en lluvia que no cesa.
Y el huerfanito en un pasillo estrecho
Acurrucado en un colchón, su lecho,
A Dios da gracias, porque aún no ha muerto.
Pero entretanto, el mundo indiferente
Del espectáculo aquel huye de prisa
Busca el placer y sordo ya no siente
El llanto amargo que al Oriente triza,
La fría lágrima en el rostro hirviente
De un niño solo a quien la Muerte pisa.
Y así será mientras que Dios se ausente.
Mercedes Giaquinta
pero que hermana literata y poeta tengo!!jajaja
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