miércoles, 9 de septiembre de 2015

“Padre, ¿qué va a hacer para el mes del Sagrado Corazón?”

Posted on septiembre 8, 2015


Del mes del Sagrado Corazón les cuento que ya desde el año pasado tuve la idea de hacer este año visita de casas y entronización de la imagen en las casas durante el mes de Junio. Pero por las circunstancias dadas del accidente del P. Johntin, y encontrarme solo, ya pensaba que no iba a poder concertarlo. Gracias a varias personas devotas del Sagrado Corazón, me vi “obligado” a cambiar mis planes. Por un lado, recibí un e-mail donde me explicaban la gran importancia de consagrar la parroquia al Sagrado Corazón. Luego, en mis vacaciones, me regalaron una gran cantidad de estampas muy hermosas del Sagrado Corazón. Y una vez que estuve aquí de regreso, en un correo me preguntaban a quemarropa: “Padre, ¿qué va a hacer para el mes del Sagrado Corazón?” No hay excusas que valgan, ni que estoy solo o el trabajo es mucho, ni nada de eso. Me largué nomás a invitar que se anotaran las familias de esta aldea, que es una de las mas grandes, para que se les lleve la imagen a la casa y se haga la entronización y bendición.



Se comenzaron a anotar, y llegamos a unas treinta casas. No parecen tantas, pero las distancias y la caminata, ahora me hacen valorar mucho esa cantidad de casas visitadas. Junto a las estampas, llevábamos una imagen de yeso, y una imagen de los Sagrados Corazones, de chapa, para ser colocada en la puerta de la casa. Y la mochila debía llevar además del bendicional, el agua bendita, martillo, clavos, caramelos para los niños, medallas y rosarios… todo el arsenal misionero. Y a caminar se ha dicho.



Comenzamos por las casas mas lejanas. Se sorprendían al vernos llegar con el catequista. La gente vecina preguntaba qué estábamos haciendo. Les ofrecíamos también bendecir sus casas y entronizar el Sagrado Corazón. Preguntaban cuánto había que pagar. Al saber que no era nada, nos recibían muy contentos, y se empezaron a pasar la voz. Fue muy hermoso para mí esto, porque pude visitar a la gente en sus hogares, conocer las casas, charlar con ellos.





Pero así las 30 casas se transformaron en no sé cuántas. Y los días que tenía contados, porque estábamos en medio de otras actividades intensas, como los campamentos de catequesis, se empezaron a acortar demasiado, tanto que tuvimos que dejar de ofrecer la bendición en todas las casas… algunos días visitamos veinte casas, y el recorrido duraba entre cuatro y cinco horas, con varios kilómetros de caminata. Como siempre, muy gratificante.



La fiesta del Sagrado Corazón estuvo destacada, porque aquí le tienen mucha devoción. Hubieron cerca de veinte nuevos miembros que se unieron al grupo del Sagrado Corazón, y que pertenecían a otras aldeas. Todos vinieron a festejar aquí. Por otra parte, es la fiesta de la comunidad de las Servidoras que misionan en Ushetu, así que ellas se encargaron de toda la liturgia. Y al final de la misa, hice lo que se me había recomendado tanto, de consagrar la parroquia al Sagrado Corazón de Jesús. Para ello aproveché de que si bien no estaban todos los fieles, habían representantes de cada grupo. Hice pasar adelante a un miembro de cada uno: una hermana, un monaguillo, una niña de las Watoto wa Yesu, un joven, un miembro de la Legión de María, otro del Sagrado Corazón, un maestro del jardín de las hermanas, un empleado del dispensario, una señora, un hombre, un líder… y así nos arrodillamos delante de la imagen y yo leí la formula de consagración. En un momento me emocioné, ya que me veía al frente de toda la parroquia, de toda la misión, y pidiendo la protección del Sagrado Corazón, poniéndonos totalmente en sus manos. Desde ese día puedo decir que se ha visto una lluvia de bendiciones sobre la misión, y me imagino además de lo que no podemos ver, porque se trata de gracias y toques divinos en las almas, de llamadas a la conversión, de “consuelos en las aflicciones, bendiciones abundantes en nuestras empresas, de pecadores que hallaron misericordia, de tibios se han hecho fervorosos, de bendiciones en los lugares donde la imagen del Corazón de Jesús está expuesta y venerada, esos corazones endurecidos que se dejan llevar a Cristo”.



Y de tantas gracias, de las cuales les tengo que seguir contándoles, porque el mes de Junio con sus actividades, no acaba de ser relatado aún.

¡Firmes en la brecha!

P. Diego Cano, IVE.





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