sábado, 10 de octubre de 2015

Un verano en Pumpenai en pocas palabras

misionesIVE octubre 7, 2015 Lituania

Crónica del P. Agustín Prado, misionero del Instituto del Verbo Encarnado en Lituania.

×Powered By LaSuperbaEn el verano Lituania explota, y es literal. Florece todo y por la gran cantidad de lluvia se pone todo tan verde como nunca antes había visto. El verano es una larga primavera, todo florece y se pinta de todos los colores y no hace frío, pero tampoco calor. Y así como todo florece y explota en la naturaleza, así también en la parroquia, la parroquia explota en actividades. Y la verdad que no sé por donde empezar a contar.

Simplemente voy enumerando:


Por gracia de Dios y con mucho trabajo del P. Domingo y una traductora se publico el libro, “Dievas sukūrė vyrą ir moterį” (Los hizo varón y mujer) del P. Miguel Fuentes.
Tuvimos las primeras comuniones y confirmaciones, niños y niñas de las tres parroquias, (digo tres ya que próximamente construiremos una Parroquia en la ciudad y ya estamos dando catecismo en una escuela que pertenecerá al territorio parroquial. Demás está pedir oraciones para que pronto llevemos a cabo dicho proyecto). Fueron un total de 100 niños y jóvenes que recibieron los sacramentos, lo cual nos llena de alegría y nos acicatea a seguir trabajando para que hayan mas jóvenes en gracia y mas gracia en cada joven.



Terminado el año escolar tuvimos los campamentos. Primero con los niños del oratorio, que las hermanas llevan adelante con gran entrega y generosidad todos los sábados.



×Powered By LaSuperbaA la semana siguiente tuvimos un campamento de monaguillos en Palanga, en el mar Báltico donde hacía un frío de primavera (15 grados) y los niños estaban locos por meterse al agua helada de esos mares, cosa de lituanos en lo que yo no me meto, y al mar, menos.



Después, la jornada nacional de Jóvenes en la ciudad de Alytus, donde el P. Domingo participó con los jóvenes de la parroquia: fueron en bicicleta, una bicileteada de tres días.



×Powered By LaSuperbaA la semana siguiente, campamento de jóvenes en el lago Smalvos: al mejor estilo Bariloche: carpas, lago, fuego y vamos andando. Estos campamentos los realizamos hace ya 10 años. Fueron campamentos con muchos frutos: la Santa Misa diaria, confesiones, rosario, consultas. Un gran apostolado que no hay que perder.





Y después de haber organizado y realizado nuestros campamentos nos toca asistir a todos los campamentos de las demás parroquias y movimientos que nos invitan a hablar de la vida religiosa, el llamado a la santidad, etc. Ahí vamos, hay días que nos levantamos, rezamos, preparamos los mates y salimos en el auto 3 horas para poder llegar a tiempo. El p. Domingo les da una charla bien amena y con preguntas y respuestas, yo compañero fiel y perro mudo, por la dureza de mi lengua y lo enredado de este idioma, me quedo a su lado sin mucho que decir; pero feliz sabiendo que con la presencia ya se hace apostolado y que dos son dos mil, y que dos son una plaza fuerte. Y esto es lo que hacemos: ya el viaje, compartiendo unos mates y charlando, es un apostolado y ayuda enorme para nosotros. La caridad empieza por casa, nunca lo olvidemos.

También durante el verano se realizan todos los bautismos y casamientos. Todos los bebés y no tan bebés nacidos en el invierno son ahora bautizados, imagínense que en invierno el agua para la Santa Misa la tenemos en un termo para que no se congele, sería un crimen someter a un niño al bautismo en un invierno tan cruel. Igual es decisión de ellos esperar al verano.

Así es que es tiempo de sacramentos, todo se llena de gracia y es una alegría que no puede dejarse de palpar y compartir.

Son muchas las cosas que hemos podido hacer y algunas, para no extenderme demasiado, las he dejado en el tintero.

Pero quiero terminar agradeciendo a todos los que hacen posible que hoy esté misionando aquí, en Pumpenai Lituania, a todos los que rezan por la misión y sus misioneros, porque por ustedes, tan instrumentos como nosotros, es que hemos podido hacer tanto bien a las almas que se nos han encomendado.

Y un agradecimiento especial va a la amada Finca, el seminario, con todos sus formadores y todo lo que significa la Finca. Pues es allí donde uno se forma, donde se va tallando el alma del misionero, el alma sacerdotal. Y no puedo dejar de recordarla y traerla a mis oraciones y llamarla amada, y si la llamo amada es porque hoy le siento el mismo cariño de ayer y un poco mas también, y pido a Dios que mantenga vivo este sentimiento toda la vida, que sea mi corazón como esas vasijas de barro cocido que conservan siempre el olor del primer licor en ellas vertido.

Y como decía el Padre Segundo Llorente, no dejen de bombardear al cielo con sus cartas y ruegos, que así conseguiremos la conversión de aquellos que nos han sido encomendados. De rodillas se ganan las almas, entonces de rodillas vivamos.

Dios los bendiga y proteja,

Padre Agustín Prado,
misionero del Instituto del Verbo Encarnado en Lituania.



Sitios relacionados:

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