sábado, 24 de octubre de 2015

María Estrella de los mares


Si se levantaren los vientos de las tentaciones, si tropezares en los escollos de las tribulaciones, mira a la estrella, llama a María. Si fueres agitado de las ondas de la soberbia, si de la detracción, si de la ambición, si de la emulación, mira a la estrella, llama a María. Si la ira, la avaricia o el deleite carnal impelieren violentamente la navecilla de tu alma, mira la estrella, llama a María. Si turbado a la memoria de la enormidad de tus crímenes, confuso a la vista de la fealdad de tu conciencia, aterrado a la idea del horror del juicio, comienzas a ser sumido en la sima sin fondo de la tristeza, en el abismo de la desesperación, mira a la estrella, llama a María.
No se aparte María de tu boca, no se  aparte de tu corazón, y para conseguir los sufragios de su interseción, no te desvíes de los ejemplos de su virtud. No te descaminarás si la sigues, no desesperarás, si le ruegas, no te perderás si en Ella piensas. Si Ella te tiene de su mano no caerás, si te protege, nada tendrás que temer, no te fatigarás si es tu guía, llegarás felizmente al Puerto, si Ella te ampara, y así en ti mismo experimentarás con cuanta razón se dijo: El nombre de la Virgen era María.
San Bernardo

viernes, 23 de octubre de 2015

Visita a cuatro aldeas (primera parte de dos)


Posted on octubre 23, 2015


Visita a cuatro aldeas

Ushetu, Tanzania, 21 de octubre de 2015.

Normalmente visitamos aldeas, es uno de los trabajos mas importantes que hacemos. Visitar las aldeas, significa sobre todo la celebración de la Santa Misa, y las confesiones. Pero muchas veces se unen otras cosas, debido a que no podemos ir a muchas de ellas con frecuencia. Es por esto que en las aldeas menos visitadas aprovechan a pedir bautismos, casamientos, o visitas a los enfermos. Depende de la época del año, también se pide bendición de los frutos (de la cosecha, de lo cual ofrecen una parte a la iglesia, el matomolo) o de las semillas para sembrar al comenzar el tiempo de lluvias.

Esta introducción es porque quiero contarles de la visita a cuatro aldeas. Aunque me la paso visitando aldeas, y podría contarles de cada una, les cuento de estas que he visitado, también porque esto sirve para dejar registro de lo que va pasando en la misión, aunque no sean hechos tan importantes.



La “pagana” Senai

Hace un par de días visité dos aldeas en un día. Es un poco sacrificado hacerlo así, pero a la larga conviene, sobre todo cuando alguna aldea no es muy grande, y de esa manera ahorramos una salida otro día. La primer aldea de ese día fue Senai, que está muy cerca de la misión, como a siete kilómetros. Es la primer aldea que encontramos cuando viajamos en dirección hacia la ciudad. No es un poblado muy grande, y tiene una iglesia pequeña. De todos modos, siempre fue un poco difícil el trabajo allí, porque hay muchos paganos. Pero de un tiempo a esta parte las cosas han ido cambiando, aunque queda mucho por recorrer, pero lo que importa es que se va hacia adelante.



El año pasado, por ejemplo, cuando fui para la misa de matomolo, hubieron pocas personas, y un clima de mucho silencio. Sin embargo como había ido con Filipo, luego de la misma con los tamborcitos pequeños se hicieron algunos cantos y bailes. Lamentablemente a fin de año el catequista de ese lugar cometió el error de permitir que en su casa se hiciera la fiesta de una boda pagana, de una sobrina suya que era bautizada, y por lo tanto fue un escándalo para los fieles. Vinieron luego los líderes a hablar aquí a la parroquia, y no hubo más remedio que darle “descanso” al catequista, para reparar el escándalo, y al menos que la gente viera que eso no está bien. El catequista ayudante pasó a ocupar el lugar, y la providencia supo sacar bienes de los males, otra vez. Porque a partir de allí, este catequista resultó ser muy bueno, y la aldea ha ido creciendo espiritualmente. En lo que va del año he hecho cinco casamientos, y veintisiete bautismos, muchos de los cuales han sido bautismos de adultos. Incluso han empezado con un coro, y es una alegría ver a algunas de las personas que se han casado, y que ya son gente grande, cantando en la Misa. He bautizado a unos cuatro ancianos, hombres, que también da mucha alegría y esperanza, porque puede ser el principio de la conversión de toda la familia, hijos y nietos.



Hice el casamiento de una pareja muy joven, y en este caso ella se bautizó, y recibió la confirmación. Luego de la Misa fuimos caminando hasta la casa, que quedaba bien cerquita, a unos 200 metros. Y otra vez me alegró mucho ver la sencillez de la fiesta. Llegamos a la casa, y todo estaba preparado, pero muy sencillamente. Toldos afuera para los festejos, y nosotros junto con los novios y padrinos pasamos a comer adentro. La casa de barro, las paredes sin revocar, el piso de tierra, la vajilla y la comida preparada con esmero, pero de lo más simple. Me alegraba de estar en ese ambiente, también porque afuera cantaban y bailaban los cantos de la iglesia, y todos cumpliendo la ley de nuestra parroquia de que los festejos de las ceremonias católicas sean de día. De esa manera evitamos más fácilmente que se hagan fiestas paganas.





Mjimwema, la capilla que resucitó

Luego del almuerzo seguimos viaje junto con los monaguillos, hacia Mjimwema. Esta aldea se llamaba Mabiti, que quiere decir “Hienas”, pero se lo cambiaron por el de Mjimwema, que quiere decir, “aldea buena”… que parece más agradable.



Alguna vez les he nombrado esta aldea, hace mucho tiempo, porque queda en camino hacia otras aldeas del lado sur de la parroquia. Para llegar a Mjimwema dejamos el camino principal y por un muy mal camino, pero de hermoso paisaje, recorrimos nueve kilómetros. La aldea es muy pequeña también, y casi totalmente pagana. Pero aquí hay una capilla, y por lo tanto hay católicos, aunque sean pocos. Nunca había ido a celebrar Misa allí, sino que siempre pasaba, y algunas veces nos parábamos a ver la iglesia y sacar fotos. En esta aldea había un catequista que no era un ejemplo, y de buenas a primeras un día se fue, y dejó todo abandonado.

Nosotros tratamos de buscar algún catequista, pero ya sea porque era una aldea muy chica, o porque queda lejos de donde había catequistas disponibles, nunca lográbamos que el catequista fuera más de dos o tres veces y también abandonara. Así por un tiempo de dos años. Serán las oraciones de los fieles, o de ustedes, y las nuestras… que la Providencia envió un joven que era catequista ayudante en una aldea de otra parroquia, y que se vino a vivir justamente allí, porque quería poner un pequeño negocio, que no me animo a llamar farmacia. Les digo sinceramente, no lo conozco muy bien al nuevo catequista, pero pedimos noticia al párroco de donde viene y nos dio buena referencia. Lo importante es que los feligreses han vuelto a rezar… y ese día fui a celebrar mi primera Misa allí… luego de casi dos años que no tenían el Santo Sacrificio. Hicimos los “bautismos de misericordia”, y también bendijimos el matomolo. Luego de la Misa habían preparado comida para todos, y fue muy lindo comer en familia, todos debajo del gran árbol de mangos… grandes y chicos. Los niños, temerosos al principio, y ya en confianza hacia el final, algo muy bueno porque no están acostumbrados a ver al padre mzungu.


Durante la comida me fui enterando de algunas cosas, en la conversación con algunos de los fieles. Una señora me contó que ése es su terreno, y que ella ha dado ese lugar para la iglesia. Ella es la que se esforzó en que este recién llegado a la aldea, digamos “farmacéutico”, sea el catequista. Y entre dos o tres han animado al resto para que comiencen a rezar de nuevo. Y me contaban que la gente ya no iba a rezar ni aportaba ayuda porque decían: “la capilla murió”. Me produjo cierto dolor escuchar eso… porque es como decir que “la iglesia de Mjimwema había muerto”. Pero no, aquí estaban dando señales de vida, y con la gracia de Dios, seguirán adelante. Volví con alegría de esta visita, ya que tantas veces había pasado, y temía que algún día la capilla se comenzara a caer, como en otros lugares, y sin embargo, Dios no quiso eso. Se veía mucho ánimo en todos, y rezamos para que sigan así.

(Continuará…)

jueves, 22 de octubre de 2015

San Juan Pablo II

San Juan Pablo II, (Wadowice, Cracovia, 1920 - Roma, 2005) Sacerdote polaco, de nombre Karol Wojtyla, elegido Papa en octubre de 1978. Su sucesor, Benedicto XVI, anunció ese mismo año el inicio del proceso de su beatificación, que tuvo lugar el 1 de mayo de 2011. El 27 de abril de 2014 fue canonizado, junto con Juan XIII, es el Padre de nuestra familia religiosa. Pidámosle hoy especialmente por nuestra familia religiosa y por todas las misiones a ella encomendada.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Crónica del encuentro de jóvenes inter-parroquial – Ulyanovsk

misionesIVE octubre 21, 2015 Rusia




Cronica del encuentro de Jovenes en Ulyanovsk. Por el P. Ezequiel, IVE. Misionero en Rusia

Quería contarles un pequeño encuentro que hicimos, si se quiere informal, con jóvenes de una parroquia vecina, a 1250 km de Ulyanovsk… Los chicos se habían conocido en un encuentro decanal de jóvenes, y quisieron visitar a los nuestros. Así que viajaron desde la ciudad de Voronesh a Ulyanovsk, saliendo a las 19.00 hs del Jueves 27, para llegar el viernes a las 7.00 de la mañana a nuestra parroquia. Luego de dejarlos descansar en un hotel, los fuimos a buscar y los llevamos a la parroquia, donde comimos, rezamos, tuvimos la Lectio divina dirigida por el P. Victor, Franciscano, que organizó la visita. Durante el día distintos jóvenes de la parroquia se acercaron para dar la bienvenida a nuestros visitantes.

El sábado a las 7.00 de la mañana nos fuimos a la ciudad de Kazán con ellos y algunos de nuestra parroquia, a tres horas de viaje. Paseamos por la ciudad, visitamos a la Virgen de Kazán, el Kremlin de esa ciudad, etc. Tuvimos otra vez la Lectio divina.

Y a eso de las tres de la tarde, llegaron a la parroquia donde estábamos parando, algo de 70 motos… Era una “peregrinación” de motociclistas polacos, que venían con su capellán y todo. La parroquia de Kazán es grande, pero nos quedó chica esta vuelta. Los motoqueros no eran tan jóvenes como yo me los esperaba; había algunos, pero la mayoría eran de 40 para arriba. Llegaron desde la anterior etapa, la ciudad de Nishyi Novgorod, 388 km, 5 horas y media de viaje. A menos de 1 hora de llegados, muchos de ellos ya aparecieron en la Iglesia a rezar. Fue un testimonio muy lindo para nuestros fieles católicos, que están acostumbrados a ser poquitos, una minoría realmente… Por un día los católicos de Kazán fueron escuchados en el estruendo de esos motores, 70, todos juntos sonando.

Eso no fue todo con nuestros católicos-motoqueros. Tuvimos la Misa con ellos, y resultó ser que tienen bandera, y son un grupo parecido a los scouts, con saludo, himno, y todo. Al empezar la Misa, después de los celebrantes, hizo entrada la bandera, escoltada por dos del grupo, marchando… Como la Iglesia tiene dos cruceros, cuando llegaron a la altura de los mismos, se fueron hasta el crucero de la Virgen de Fátima, saludito a la Virgen… Luego se fueron al crucero del Jesús de la Misericordia, en la cual hay una estatua también de San Juan Pablo II… saludito otra vez…. Luego, mediando la genuflexión de los escoltas, subieron al presbiterio y se quedaron a la derecha del Santísimo. Al momento de la consagración la bandera “se inclina”… La verdad que muy lindo todo.

Después de la Misa nos fuimos a comer, y nos volvimos a Ulyanovsk.

El domingo tuvimos oración, Misa, asadito de pollo, guitarreada, y se fueron a eso de las 17.00 hs.

Le doy gracias a la Virgen por estos días tan lindos que pasamos. Nuestros chicos estaban muy agradecidos.

P. Ezequiel, IVE

domingo, 18 de octubre de 2015

"BUSCAR LA SANTIDAD EN FAMILIA"

¡Feliz día a todas las Mamás! 

Como un pequeño homenaje a todas las madres, ofrecemos unas reflexiones sobre:

"BUSCAR LA SANTIDAD EN FAMILIA"
Hoy vamos a hablar de los medios que tenemos para llevar una vida espiritual seria pero en y como Familia, para cumplir la vocación a la santidad y al amor!


“Todos en la Iglesia, ya pertenezcan a la jerarquía (los obispos y sacerdotes), ya pertenezcan a la grey (el pueblo fiel), son llamados a la santidad, según aquello del Apóstol: ‘Porque esta es la voluntad de Dios, vuestra santificación’.” (LG 39)

O sea, todos estamos llamados a la santidad: religiosos, solteros o casados. Pero, ¿cuáles son los medios por los cuales las familias, alcanzan esta santidad a la que Dios los llama?

1 – Recibiendo los sacramentos en familia
Los esposos están llamados a santificarse a través de los sacramentos que son los canales de la Gracia Divina.

¿Cuáles son y cómo deben usarlos?

1- El sacramento del matrimonio
Al recibir el sacramento del matrimonio en gracia santificante esta perfeccionará el amor humano entre el hombre y al mujer y los ayudará a que vivan como auténticos cristianos.
La gracia que se recibe en el momento del casamiento no los abandonara, sino que les ayudará a lo largo de toda su vida matrimonial para afrontar las dificultades propias de la vida conyugal: la educación de los hijos, los sacrificios económicos, las incomprensiones, las cruces, etc.
.
2- El Sacramento de la Confesión o Reconciliación
Este es otro sacramento al cual deben acercarse con frecuencia para santificarse. Pablo VI les decía a los matrimonios: “Si el pecado les sorprende todavía, no se desanimen, sino recurran con humilde perseverancia a la misericordia de Dios, que se concede en el sacramento de la Penitencia o Reconciliación.”

3- El Sacramento de la Eucaristía
En la Eucaristía debemos de encontrar la fuente de nuestra santificación. Jesus está verdaderamente presente en la Hostia Consagrada. Y está dispuesto a escucharnos y socorrernos. Está más dispuesto a recibir los esposos, a los hijos, a los padres que vayan a refugiarse en El: en su dolor buscando consuelo, en su necesidad pidiendo ayuda, en su alegría trayendo gratitud. A todos El repite: “Al que venga a Mi, no lo echaré fuera” (Jn. 6,37)

2 - La oración en la vida familiar
No bastan los sacramentos es necesaria la oración y la oración en familia que es el pilar donde se fundamenta una verdadera vida cristiana.
- La oración es necesaria para salvarse, “Es necesario orar siempre y no desanimarse” (Lc. 18,1);
- La oración es necesaria para resistir las tentaciones, “Vigilad y orad para no caer en al tentación” (Mt 26, 41) “
- La oración es necesaria para cumplir los mandamientos de Dios, “Si las fuerzas te faltan, ¿por qué no se las pides al Señor? ¿No las tienes? Señal es de que no las has pedido” (Santiago 4, 2)

No debemos olvidar nunca aquello que con toda verdad se afirma: “La familia que reza unida, permanece unida”

3 - Las buenas obras practicadas en familia - La familia como evangelizadora
“Una cierta forma de actividad misionera puede ser desplegada ya en el interior de la familia…Animada por el espíritu misionero en su propio interior, la Iglesia doméstica está llamada a ser un signo luminoso de la presencia de Cristo y de su amor incluso para los «alejados», para las familias que no creen todavía y para las familias cristianas que no viven coherentemente la fe recibida. Está llamada «con su ejemplo y testimonio» a iluminar «a los que buscan la verdad».
Las familias cristianas dan una contribución particular a la causa misionera de la Iglesia, cultivando la vocación misionera en sus propios hijos» Cf. Familiares Consortio 54.

4. La penitencia en familia:
Las familias cristianas hacemos penitencia por tres motivos:
- Para expresarle a Dios -mediante algo que nos "cuesta"- nuestro pesar por haber pecado, por haberle ofendido.
- En recuerdo y unión a los sufrimientos de Cristo que nos redimió colgado de la Cruz.
- Para ayudar a los necesitados (transformando esa penitencia en limosna).
La auténtica penitencia cristiana no es un puro formalismo, un simple cumplir la letra sino vivir el ESPÍRITU de esas prácticas.

“Oh Dios, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, Padre, que eres Amor y Vida, haz que en cada familia humana sobre la tierra se convierta, por medio de tu Hijo, Jesucristo, "nacido de Mujer", y del Espíritu Santo, fuente de caridad divina, en verdadero santuario de la vida y del amor para las generaciones porque siempre se renuevan.” ( Juan Pablo II)

M. María del Cenáculo

Jornada Mundial de oración por las Misiones.

Ushetu, Tanznaia. Domingo 18 de octubre.


En vísperas del día de las misiones, Dios me ha concedido la gracia de poder palpar la grandeza de nuestra vocación misionera. Muchos de ustedes recordarán la crónica que escribí sobre los bautismos, luego de haber hecho noventa aquí en el centro de la misión. Pero luego de esa crónica los bautismos han seguido y ya puedo contar una gran cantidad, de casi mil en estos seis meses. Hoy me trajeron la triste noticia de que una niña, que fue bautizada en aquella ocasión, falleció esta mañana. Ella tenía apenas cuatro años, y se llama Joyce, es decir Felicidad o Felicitas. Falleció por causa del tifus, una muerte poco común en nuestras tierras americanas y en este tiempo. Sin embargo el agua que aquí toman es muy mala, y en el caso de los niños, el tifus es mucho más peligroso que en los adultos, y causa de muerte.
Ella había sido bautizada en día de los “bautismos de misericordia”, como se los llama, porque los papás no están bien casados. Entonces se permite que aquellas personas que son católicas, pero tienen algún impedimento, puedan traer sus niños a bautizar. Cada dos años, más o menos, se hacen estos bautismos. Por gracia de Dios sus padres la trajeron este año, a pesar de que el papá vive en poligamia, con dos mujeres. Al haber sido bautizada ha fallecido cristianamente, y por eso mismo hoy vinieron a pedir que vaya a celebrarles la misa y presidir los ritos del entierro.
Allí me encontré con muchas caras conocidas, la mayoría de los que allí estaban vienen a rezar, o los vemos frecuentemente, porque es muy cerca de nuestra casa. Cuando hay un entierro, todos deben ir, todos los vecinos y amigos, y es obligatorio. Por eso siempre van muchos paganos, y algunos de otras religiones, y denominaciones cristianas. En algunas ocasiones es tanta la gente, y sobre todo que no saben rezar, que hay que pedir silencio, o pedir a los que son paganos que bajen en tono de voz, y que respeten la ceremonia. Pero hoy fue muy impactante, porque había un gran silencio, y todos o casi todos, rezaban. Creo que debe ser que todos nos imaginamos, aunque no lo comprendamos cabalmente, lo difícil que debe ser para los padres despedir a su hija de apenas cuatro años.
Pude celebrar la misa, debajo de un árbol de mangos, y con una brisa fresca de lluvia cercana. La gente sentada en el piso de tierra del patio de la casa. Casas muy simples de adobe y techo de paja. Las mujeres todas de un lado, cubiertas con sus telas, a forma de velo, en señal de luto. Del otro lado todos los hombres. Tuvimos que esperar la llegada del cajón, que era de lo más simple que he visto… pero digno, con maderas cepilladas, sin barnizar ni encolar, unidas por tablas atravesadas. Les repito otra vez, reinaba un silencio admirable, en un ambiente tan simple. Se veía a los padres de la niña destrozados, pero presentes rezando, y plenamente conscientes… tanto que cuando los saludé, ambos soltaron un “Asante padre”, “gracias padre”… que sonó muy breve y sincero. 
Cuando quise decir unas palabras al final de todo, como se acostumbra, me emocioné y me corté. Creo que a todos nos conmueve una cosa así. Y cuando regresaba a la casa, recordaba el episodio del evangelio, cuando Cristo se topó con el cortejo fúnebre en Naín, del hijo único de una madre viuda. Y dice el evangelio que “Al Señor le dio mucha pena verla así” (Lc 7,13)… y “Se compadeció de ella”. De alguna manera nos concede participar de esos sentimientos de Cristo.
Pero esta crónica no quiero que sea algo triste, y que simplemente nos dé pena. Todo lo contrario, creo que nos puede dar mucha esperanza, sobre todo porque somos cristianos. Eso me pasó en el momento del sermón, en el que les dije que justamente Cristo quiso llamarla, porque Él ama a los niños. “Porque de los que son como ellos es el Reino de los Cielos”. Y porque quería abrazarlos y bendecirlos. Nos podemos imaginar el “apretón” que Cristo le daría a Joyce al recibirla en el cielo, y que ahora descansaría en sus brazos amables… y en los de la Virgen.
Pienso que Dios me ha concedido vivir esto hoy, para mostrarme lo grandioso de la vida misionera, en vísperas a la Jornada Mundial de las Misiones. Si hemos hecho el sacrificio de renunciar a nuestra familia y nuestra patria, si hemos atravesado mares para vivir en una cultura tan diferente, y hemos dejado todo… nos podemos sentir pagados abundantemente al vivir una cosa así. ¡Para esto hemos venido! ¡Esto es la vida misionera! Como San Francisco Javier que luego de bautizar un niño que estaba muriendo de frío en la nieve, expresó que por ese sólo niño valían la pena todos los sacrificios sufridos para llegar al Japón, aunque sólo pudieran hacer ese único bautismo. Porque por cada alma murió Cristo. Y para eso el Verbo recorrió una distancia mucho más grande, más que de América a África, ¡del cielo a la tierra!, y se Hizo Carne.
Los misioneros podemos pensar en todas esas almas que interceden por nosotros. Y que a pesar de nuestros defectos y pecados, hemos sido los instrumentos que Dios eligió para realizar su obra. También nuestro Instituto ha sido elegido, porque no seríamos religiosos misioneros, sin ser parte de un Instituto misionero. Y esta obra no se haría… y tantas almas, entre ellas Joyce, ¿habrían recibido el bautismo?
Doy gracias a Dios, por medio de mis superiores, que me quiso traer aquí, y no a otro lugar, sino a Ushetu. Y quiso que bautice a Joyce, para que hoy ella sea la Felicidad de Cristo.
¡Firmes en la brecha!
P. Diego Cano, IVE.

viernes, 16 de octubre de 2015

Oración a Santa Teresa

Resultado de imagen para -santa teresa de ávila
Yo trabajo, Teresa, y tú con este
trabajo mío, teje la victoria
piedra filosofal, Circe celeste
haz oro de mi escoria.

Si es verdad que Él nació, vistió mi veste
mortal, penó por ti, nos dio su gloria;
antes que acabe mi mortal historia
¡ay! hagamos por Él algo que cueste...

Teresa de Jesús ... hermana mía...
no merezco llamarme de Cepeda,
sé por lo menos mi adoptiva tía.

Y en ésta de la vida extraña rueda
sé tú la espola de la hilandería
y yo el gusano lánguido de seda ...

Y trabajemos mientras es de día
yo todo. . . casi todo lo que pueda
y todo lo demás, su señoría...

Padre Leonardo Castellani

miércoles, 14 de octubre de 2015

De la Circular del P. Carlos Walker, superior general del Instituto del Verbo Encarnado, por la Jornada Mundial de las Misiones, del Instituto del Verbo Encarnado


Amigos de Irak
9 h ·

Acilia, Roma, 11 de octubre de 2015

Muy queridos hermanos en el Verbo Encarnado,
Les escribo con ocasión de la Jornada mundial de las misiones, que tendrá lugar el domingo 18 de octubre.

Hace unos meses llegó a mis manos un libro que relata la vida del padre Clemente Vismara, misionero del PIME, quien fue beatificado por el Papa Benedicto XVI en el año 2011.

El título del libro, Fatto per andare lontano, señala precisamente el carácter de este gran misionero que pasó 65 años de su vida en la selva de Myanmar (ex Birmania). Este hombre extraordinario, de quien luego pude leer varias de sus obras, a menudo me recordaba al gran pionero de Alaska, padre Segundo Llorente SJ, como así también a tantos otros misioneros de la historia de la Iglesia.

La vida del beato Vismara es realmente singular. Siendo aún muy niño quedó huérfano de padre y madre, por lo que fue criado por sus tíos. Más tarde fue incorporado al ejército y participó activamente en el frente de la primera guerra mundial, pasando años enteros en una trinchera. Este hecho le dejó una marca tan imborrable que lo acompañó todo el resto de su vida. Ingresó luego al seminario diocesano, y estando allí, decidió ser misionero del PIME. Apenas ordenado sacerdote y con tan solo 26 años de edad, fue destinado a una inhóspita región de la selva de Myanmar, donde aún no había llegado el cristianismo.

Al llegar a su destino constató que la «misión» consistía solamente en una pequeña choza de barro de un solo ambiente y con techo de paja. Cuando llovía, cosa frecuente, se ponía debajo de la mesa para no mojarse, y si era de noche colocaba un paraguas sobre su cama. Obviamente, esa misión no tenía fieles.
Pasó mucho tiempo sin percibir ningún fruto apostólico, pero él, sin desanimarse, comenzó a dirigirse a los niños abandonados, que en aquel entonces poblaban las calles. Y fue así que fundó hogares para niños defectuosos, enfermos, huérfanos, etc., a quienes el P. Clemente consideraba «su familia». Con el tiempo la gente, atraída por la fama de este gran hombre, se fue acercando a la misión. Treinta años más tarde toda la comarca se había bautizado.

Más tarde, su obispo lo asignó a otra región distante donde, al igual que en su primer destino, el cristianismo no había llegado. A pesar de que ya tenía cerca de sesenta años de edad, el P. Clemente fue a la capilla, y luego de rezar unos minutos, aceptó el cambio. En este segundo destino hizo exactamente lo mismo que había hecho antes. Al cabo de otros treinta años, ya al final de su vida, toda esta misión también quedó evangelizada y hoy es una zona católica.

El P. Clemente murió en el año 1988 «con las botas puestas», en su destino, y a los 91 años de edad; 65 los pasó en la selva de Myanmar, regresando a Italia tan solo una vez. Cuando contaba con 90 años construyó su última iglesia, y hasta un mes antes de morir todavía visitaba a los pueblos de su misión. Los obispos de Myanmar afectuosamente le dieron el título honorífico de «Patriarca de Birmania», colocando de este modo la iglesia local bajo la paternidad espiritual del beato.

A Dios gracias este gran misionero, que pasaba tres horas diarias en la capilla, luego de la cena se dedicaba, ordinariamente, a mantener la correspondencia con sus benefactores, escribiendo a la luz de una vela. Por esta razón contamos con un riquísimo epistolario que nos permite conocer su vida, su gran humor y genio y su recia espiritualidad.

El beato tiene un escrito dirigido a los misioneros que él llama «Pellem pro pelle» ([dar] la piel por la piel), donde refleja el estilo y la actitud de su propia vida. Copio aquí un par de párrafos que traduje del original italiano:

"No hay ni puede haber otro modo para un misionero que quiere redimir: debe dar la vida. El camino que debe recorrer es un sistema general, único, universal. Un misionero que no da la propia piel es inútil, no es nada. Los paganos exigen la piel, ninguna otra cosa que la piel, toda la piel, de otro modo no nos creen para nada. […] Por otra parte, si ustedes pensaran que ellos son insensibles a este holocausto sería una calumnia. El amor, calor de la tierra y del cielo, es invencible".

Continúa el Beato y concluye de este modo:

"¿Bastan, acaso, ochenta y cuatro mil corazones concordes en un solo ideal (se refiere al número de misioneros que había en el mundo en el año 1949)? No, no bastan. Yo quisiera susurrar bajo, muy bajito: «bastan sí, como —aun cuando fueran el cuádruple— pueden no bastar». El nudo de la cuestión no está en el número, sino en el pellem pro pelle. Y no se nos escapa; «operarii autem pauci; pusillus grex». El Evangelio es de hoy como de mañana: siempre verdadero… Obstinadamente lo repito: un misionero que no ama, que no da la propia vida, no vale, es inútil, no es nada. Pellem pro pelle todos los días, un jirón al día, con ánimo sereno, de fuertes, sin lamentos, aunque el corazón… tiemble. «Sine effusione sanguinis non fit remissio». Es ley divina. ¿Entonces? ¡Muere, querido, pero muere aquí!"

Mientras leía los escritos del beato Vismara no podía dejar de pensar en nuestros queridos misioneros presentes en el mundo entero y, muchas veces, en lugares realmente difíciles.

El mandato misionero que Nuestro Señor hizo a los Apóstoles —«Id por todo el mundo…» (Mt 28,19)— y que luego resonaría a lo largo de la historia, no se lo puede entender si no es en el contexto de la caridad apostólica. Decía San Agustín, «Si quieres amar a Cristo, tu caridad ha de abarcar el mundo entero», y el beato Clemente Vismara, ¡«Pellem pro pelle…»! Lo que está en juego es nada menos que la salvación de las almas.

¡A nuestros queridos misioneros que con gran sacrificio personal esparcen el “Christi bonus odor” (2 Cor 2,15) por el mundo entero va nuestro saludo, sentido reconocimiento y profunda gratitud!

En Cristo y María,

P. Carlos Walker, IVE
Superior General

lunes, 12 de octubre de 2015

Nueva Fundación del Instituto del Verbo Encarnado en Alemania

(Parte II).misionesIVE octubre 8, 2015 Alemania

Crónica de los Padres William Duraney y Martín Villagrán. Misioneros delInstituto del Verbo Encarnado en Alemania. Comunidad de San Pedro Canisio

(Parte II)

Nuestro Patrono: san Pedro Canisio

Como patrono y protector de nuestra comunidad hemos querido tener a San Pedro Canisio por diversas razones.

Este santo de gran calibre espiritual, doctrinal y pastoral ha sido uno de los más influyentes evangelizadores de Alemania y de las naciones circunstantes al punto que ha recibido el título de “segundo apóstol de Alemania” después de san Bonifacio principal fautor y guía de la primera evangelización de estas tierras. Ha sido llamado además el “martillo de los herejes” y “el pionero de la prensa católica” por su ingente obra de difusión de la buena y sana literatura católica.

San Pedro Canisio (1521-1597) nace en la actual Holanda (en un pueblo perteneciente en aquel entonces a la diócesis de Colonia, Alemania) y sus restos reposan en Friburgo (de Suiza) ciudad en que fallece y cuya Universidad lo tiene por fundador.

Fue el octavo de los jesuitas en profesar los votos solemnes y desempeñó una impresionante y cualificada labor apostólica en un momento tan difícil como fue el inicio de la herejía protestante. En esta controvertida época, san Pedro Canisio se dio de pleno a la inderogable tarea de fortalecer en la fe a los católicos acuciados por los nuevos errores que se esparcían por doquier combatiendo denodadamente dichos errores y a sus difusores con una claridad, vehemencia, prudencia y caridad tales que se hicieron paradigmáticas y referenciales para el ecumenismo religioso.

Entre sus numerosos escritos destacamos tan solo el Catecismo que él mismo compuso (conocido simplemente como El Canisio) que ha tenido tanta fama y difusión incluso después de su muerte que realmente ha “formado la fe de personas por siglos” a decir del papa Benedicto XVI.

Nosotros hemos querido tenerlo por patrono en primer lugar porque su apostolado está ligado al territorio y a la cultura que hoy nos toca evangelizar (desempeñó su ministerio en toda Alemania –principalmente en la Baviera- como también en las actuales Suiza, Austria y República Checa).

Además la figura y ejemplo de san Pedro Canisio goza de gran actualidad si consideramos el momento histórico en que nos encontramos. En efecto, sea por la proximidad de la conmemoración de los 500 años de la Protesta luterana, sea por los candentes debates que se están desarrollando en el seno mismo de la Iglesia, es urgente hoy más que nunca inspirarse en referentes claros, sólidos y santos. Su ejemplo de vida, la pureza de su fe, el ardiente celo con que combatió el error y la caridad exquisita con que lo hizo, sirven de brújula y guía en esta nueva tormenta que atraviesa la Iglesia.

En relación a la ardua y altísima misión que competía a san Pedro el Papa Benedicto remarcaba que esto “sólo era posible con la fuerza de la oración”.

Ciertamente que san Pedro puso muchos medios concretos para llevar a cabo su tarea: basta con recordar la abundante obra de edición, publicación y difusión de libros católicos, su propia labor de escritor, docente y predicador, sus más de 30.000 kilómetros recorridos por amor del Evangelio, etc.

Pero es más cierto que todo esto solo “era posible solo desde la base, es decir desde una amistad profunda con Jesucristo; amistad con Cristo en su Cuerpo, la Iglesia, que se alimenta en la Eucaristía, Su presencia real”.

“(…) En la espiritualidad Cristo-céntrica de san Pedro Canisio hay un profundo convencimiento: no hay alma cuidadosa de la propia perfección que no practique cada día la oración mental, medio ordinario que permite al discípulo de Jesús vivir la intimidad con el Maestro divino”.

“Él nos enseña con claridad que el ministerio apostólico es robusto y produce frutos de salvación en el corazón, sólo si el predicador es un testigo personal de Jesús y sabe ser instrumento a su disposición, estrechamente unido a Él por la fe en su Evangelio y en su Iglesia, por una vida moralmente coherente y por una oración incesante como el amor”.

San Pedro Canisio nos alcance entonces las gracias necesarias para poder también nosotros trabajar con denuedo por revitalizar la fe católica en una nación de tanta influencia cultural en el mundo actual como lo es Alemania.

Nos encomendamos a sus oraciones y comprometemos las nuestras,

Grüß Gott!

En Cristo y María

Padres William Duraney y Martín Villagrán, IVE

domingo, 11 de octubre de 2015

Nueva Fundación del Instituto del Verbo Encarnado en Alemania.

misionesIVE octubre 8, 2015 Alemania

Crónica de los Padres William Duraney y Martín Villagrán. Misioneros delInstituto del Verbo Encarnado en Alemania. Comunidad de San Pedro Canisio


(Parte I)

Nuestra Diócesis, la Universidad Católica y el Seminario

Por gracia de Dios hemos dado inicio a una nueva fundación del IVE en la Diócesis de Eichstätt, Alemania el 17 de setiembre, providencialmente en el día de Santa Hildegarda.

Por el momento estamos abocados al estudio de la lengua en vistas a asumir los apostolados que en un futuro (próximo, esperamos) nos encomiende el Obispo.

Por esto en esta crónica no podemos hacer más que presentar brevemente la Diócesis en la que estamos, algunas experiencias que hemos tenido en nuestra breve estadía y algo sobre el patrono que hemos elegido para nuestra comunidad, San Pedro Canisio (en la siguiente crónica).

Algo sobre la Diócesis de Eichstätt

La Diócesis de Eichstätt se encuentra en el corazón de la Baviera católica y tiene ligada a sus inicios (alrededor del año 740) la figura de tres grandes santos de origen anglosajón, hermanos entre sí y primos de San Bonifacio a quien ayudaron en la gran obra de evangelización de las tierras alemanas. El primero de estos santos es San Willibaldo, que fue el primer Obispo de la Diócesis y por tanto fundador de la misma (sus reliquias se veneran en la Catedral); sus hermanos, San Wunibaldo y Santa Walburga, se Santificaron en la vida monástica siendo ambos sucesivamente superiores de un “monasterio doble” por ellos fundado.

Es de destacar además la figura de un Obispo de esta sede episcopal (Gundekar I) que fue uno de los pocos papas de procedencia alemana y que ejerció el ministerio petrino en los años 1055-1057 bajo el nombre de Víctor II.

Actualmente la diócesis cuenta con 415.000 fieles bajo el cuidado pastoral de Mons. Gregor Maria Hanke, benedictino, que en el año 2006 ha sucedido a Mons. Walter Mixa celoso y esforzado pastor de su grey.

El primer Seminario diocesano de lengua alemana

Por el momento estamos alojándonos en el Seminario diocesano que es nada más y nada menos que el primer seminario diocesano fundado en el mundo germano parlante luego de la reforma de Trento en la cual se da inicio a la formación institucionalizada del clero secular. El Seminario (Collegium Willibaldinun) fue fundado en el año 1564 por lo que el año pasado celebró su 450º aniversario.

Actualmente hay unas 30 vocaciones mayormente provenientes de Alemania aunque también hay seminaristas de Holanda, Ruanda, India, Nigeria y otras nacionalidades. Gracias a Dios se dan muchas oportunidades de apostolado con los mismos seminaristas y formadores ya que compartimos numerosas actividades y momentos como ser las comidas, la liturgia, la recreación, el deporte e incluso algunas peregrinaciones. Hemos participado, por ejemplo, en la Misa solemne en la que el Obispo confirió el ministerio del acolitado a 6 seminaristas (y en los sucesivo festejos) y nos han invitado también a una peregrinación a Münich para visitar la tumba del Beato Rupert Mayer, sacerdote jesuita valiente opositor del nazismo (sufrió tres prisiones por predicar sin permiso y por proteger el sigilo sacramental) y muy venerado especialmente en la Baviera.

Además de los seminaristas suelen haber en el Seminario muchos huéspedes de muy diversa procedencia que vienen principalmente para estudiar en la Universidad Católica que está a pocos pasos.

Quizás lo más particular de todo esto es que en el mismo predio del Seminario funciona también un Seminario “Oriental” para la formación de seminaristas de las Iglesias Orientales que trabajarán con las comunidades de ritos orientales presentes en Alemania o que simplemente realizan algunos estudios en la Universidad. Al llegar han sido los sacerdotes orientales con sus familias quienes nos han acogido y ayudado en lo que hemos necesitado.

La única Universidad Católica de Alemania

Tan pequeña como es, Eichstätt alberga sin embargo la Universidad privada más grande de Alemania (con casi 5.000 estudiantes) que es a su vez la única Universidad Católica de toda Alemania y de las zonas germano parlantes. Siendo que la población total es de unos 14.000 habitantes puede deducirse el particular ambiente universitario que domina a la ciudad. Lo mismo se puede observar en cuanto a los edificios de la ciudad puesto que la Universidad fue creciendo siempre más y más y ante la necesidad de estructuras adecuadas se han ido realizando nuevas construcciones o comprando antiguos edificios de modo que por toda Eichstätt (que, insistimos, es muy pequeña) se encuentran propiedades de la Universidad Católica: biblioteca, aulas, salas de conferencias, oficinas, etc.

Ya se nos ha ofrecido varias veces la posibilidad de acceder a la Biblioteca de la Universidad (que parece ser muy abundante y completa) lo cual nos interesa especialmente para continuar nuestros estudios e investigaciones personales pero que suponemos que también abrirá una oportunidad nueva de contacto con jóvenes estudiantes y con los profesores y por tanto de apostolado y ministerio sacerdotal.

… continúa en la siguiente crónica.

sábado, 10 de octubre de 2015

Un verano en Pumpenai en pocas palabras

misionesIVE octubre 7, 2015 Lituania

Crónica del P. Agustín Prado, misionero del Instituto del Verbo Encarnado en Lituania.

×Powered By LaSuperbaEn el verano Lituania explota, y es literal. Florece todo y por la gran cantidad de lluvia se pone todo tan verde como nunca antes había visto. El verano es una larga primavera, todo florece y se pinta de todos los colores y no hace frío, pero tampoco calor. Y así como todo florece y explota en la naturaleza, así también en la parroquia, la parroquia explota en actividades. Y la verdad que no sé por donde empezar a contar.

Simplemente voy enumerando:


Por gracia de Dios y con mucho trabajo del P. Domingo y una traductora se publico el libro, “Dievas sukūrė vyrą ir moterį” (Los hizo varón y mujer) del P. Miguel Fuentes.
Tuvimos las primeras comuniones y confirmaciones, niños y niñas de las tres parroquias, (digo tres ya que próximamente construiremos una Parroquia en la ciudad y ya estamos dando catecismo en una escuela que pertenecerá al territorio parroquial. Demás está pedir oraciones para que pronto llevemos a cabo dicho proyecto). Fueron un total de 100 niños y jóvenes que recibieron los sacramentos, lo cual nos llena de alegría y nos acicatea a seguir trabajando para que hayan mas jóvenes en gracia y mas gracia en cada joven.



Terminado el año escolar tuvimos los campamentos. Primero con los niños del oratorio, que las hermanas llevan adelante con gran entrega y generosidad todos los sábados.



×Powered By LaSuperbaA la semana siguiente tuvimos un campamento de monaguillos en Palanga, en el mar Báltico donde hacía un frío de primavera (15 grados) y los niños estaban locos por meterse al agua helada de esos mares, cosa de lituanos en lo que yo no me meto, y al mar, menos.



Después, la jornada nacional de Jóvenes en la ciudad de Alytus, donde el P. Domingo participó con los jóvenes de la parroquia: fueron en bicicleta, una bicileteada de tres días.



×Powered By LaSuperbaA la semana siguiente, campamento de jóvenes en el lago Smalvos: al mejor estilo Bariloche: carpas, lago, fuego y vamos andando. Estos campamentos los realizamos hace ya 10 años. Fueron campamentos con muchos frutos: la Santa Misa diaria, confesiones, rosario, consultas. Un gran apostolado que no hay que perder.





Y después de haber organizado y realizado nuestros campamentos nos toca asistir a todos los campamentos de las demás parroquias y movimientos que nos invitan a hablar de la vida religiosa, el llamado a la santidad, etc. Ahí vamos, hay días que nos levantamos, rezamos, preparamos los mates y salimos en el auto 3 horas para poder llegar a tiempo. El p. Domingo les da una charla bien amena y con preguntas y respuestas, yo compañero fiel y perro mudo, por la dureza de mi lengua y lo enredado de este idioma, me quedo a su lado sin mucho que decir; pero feliz sabiendo que con la presencia ya se hace apostolado y que dos son dos mil, y que dos son una plaza fuerte. Y esto es lo que hacemos: ya el viaje, compartiendo unos mates y charlando, es un apostolado y ayuda enorme para nosotros. La caridad empieza por casa, nunca lo olvidemos.

También durante el verano se realizan todos los bautismos y casamientos. Todos los bebés y no tan bebés nacidos en el invierno son ahora bautizados, imagínense que en invierno el agua para la Santa Misa la tenemos en un termo para que no se congele, sería un crimen someter a un niño al bautismo en un invierno tan cruel. Igual es decisión de ellos esperar al verano.

Así es que es tiempo de sacramentos, todo se llena de gracia y es una alegría que no puede dejarse de palpar y compartir.

Son muchas las cosas que hemos podido hacer y algunas, para no extenderme demasiado, las he dejado en el tintero.

Pero quiero terminar agradeciendo a todos los que hacen posible que hoy esté misionando aquí, en Pumpenai Lituania, a todos los que rezan por la misión y sus misioneros, porque por ustedes, tan instrumentos como nosotros, es que hemos podido hacer tanto bien a las almas que se nos han encomendado.

Y un agradecimiento especial va a la amada Finca, el seminario, con todos sus formadores y todo lo que significa la Finca. Pues es allí donde uno se forma, donde se va tallando el alma del misionero, el alma sacerdotal. Y no puedo dejar de recordarla y traerla a mis oraciones y llamarla amada, y si la llamo amada es porque hoy le siento el mismo cariño de ayer y un poco mas también, y pido a Dios que mantenga vivo este sentimiento toda la vida, que sea mi corazón como esas vasijas de barro cocido que conservan siempre el olor del primer licor en ellas vertido.

Y como decía el Padre Segundo Llorente, no dejen de bombardear al cielo con sus cartas y ruegos, que así conseguiremos la conversión de aquellos que nos han sido encomendados. De rodillas se ganan las almas, entonces de rodillas vivamos.

Dios los bendiga y proteja,

Padre Agustín Prado,
misionero del Instituto del Verbo Encarnado en Lituania.



Sitios relacionados:

Otras crónicas del IVE en Lituania (en Misiones IVE)

Facebook de misionesive (donde se publican las crónicas misioneras)

viernes, 9 de octubre de 2015

Adivina tú, Congregación querida, el amor que te tenemos…

Posted on octubre 7, 2015

Ushetu, Tanzania, 6 de octubre de 2015.

Hoy en la santa Misa le pedía a Cristo, en el momento de elevar el cáliz, que encienda mi corazón en amor por las almas. Uno ve cuántas almas necesitan de su gracia, y necesitan de los misioneros, que siempre nos sentimos humillados y limitados. El límite de la lengua, de nuestros defectos, de nuestras propias carencias… y a la par de todo eso, los maravillosos frutos de los que vemos coronados nuestros pobres esfuerzos. Eso más nos humilla, en el buen sentido, al ver la mano de Dios en todo eso, el saber quién es el que lleva todo adelante en la misión.

El primero de esos beneficios, que quiero contarles hoy, es la gracia inmensa de la primera profesión religiosa de la primera vocación de Tanzania de las Servidoras del Señor y la Virgen de Matará (SSVM), las hermanas de nuestra Familia Religiosa del Verbo Encarnado.Tal vez muchos de ustedes recuerden que hace un tiempo escribí una crónica sobre la toma de hábito de la Hermana María Upendo wa Kristo (Maria del Amor de Cristo), y entonces darán gracias también por esta noticia. Esta hermana hizo su noviciado en Italia, y el mes pasado regresó a Ushetu para profesar su primeros votos religiosos. Las hermanas decidieron hacerlo así para que, además de que la familia de esta hermana pudiera estar presente, por otra parte se pudiera hacer un gran apostolado vocacional entre las jóvenes y niñas de aquí. Por ser una ocasión tan importante, vino acompañada de la Superiora General de las Servidoras, la Madre Anima Christi. Nuestro obispo, Mons. Minde, al enterarse de esta decisión de las hermanas, quiso ser él mismo quien presidiera la celebración en nuestra parroquia.

Cuando hablaron los líderes al final de la Misa, y el mismo Mons Minde, expresaron todos que se trataba de un día histórico, ya que era la primera vez que se daba una celebración así en esta misión, la profesión de primeros votos de una religiosa. La celebración fue seguida con atención por todos los fieles, que no se perdían detalle de lo que iba sucediendo, y era gracioso ver las cabezas que se asomaban en el pasillo para poder ver. Los festejos posteriores se extendieron casi hasta la puesta del sol… entre cantos, bailes, regalos, y representaciones teatrales.

Cuando uno, misionero, goza de estas cosas, no queda mas que dar gracias… y humillarse. Las hermanas cuando llegaron por vez primera a la misión, tal vez soñaban con el día de recibir vocaciones locales.
Hoy recordaba estas gracias… pero quiero seguir agregando. A pesar de estar mucho tiempo solo aquí, a causa del accidente del P. Johntin, a pesar de no poder satisfacer los pedidos de las aldeas que me ruegan vaya a celebrarles Misa, en medio de todas esas limitaciones, en nuestra parroquia se han hecho más de 1.000 bautismos este año, y he podido hacer por mis propias manos en estos cinco meses 825 bautismos… y nos quedan varios meses más por delante. He hecho en estos meses más bautismos que en mis trece años anteriores de sacerdocio juntos. Y no queda más que humillarse y ser agradecido. El misionero, creo, es el que más capta esa limitación, ante la grandiosa obra a realizar. Ve y percibe mucho sus defectos, limitaciones y pecados.

Los otros días una persona que me escribió me decía: “Acabo de ver videos de su misión… ¡sin palabras!!! Es un pedazo de cielo y Ud. es muy afortunado”. Y claro que sí, soy muy afortunado. Antes de la fiesta de las hermanas, de los votos de la Hna Upendo, pude visitar a un sacerdote italiano, el P. Salvatore, que trabaja hace catorce años aquí. Apenas nos encontramos y comenzamos a conversar, me dijo: “Padre Diego, nosotros somos bendecidos por Dios de poder estar aquí”. Y lo repitió como tres veces.
Yo doy gracias por mi querida Congregación, que sostiene tantas misiones en tantos puntos extremos del planeta, en lugares lejanos e inhóspitos. Doy gracias porque si no fuera por eso, cuántas almas quedarían huérfanas de sacerdotes y misioneros, que los bauticen y les prediquen. Claro que Dios no se ata a nadie, pero es Él quien elige… y aquí nos trajo a nosotros. Veo con mi imaginación cientos de sacerdotes de nuestro Instituto del Verbo Encarnado, trabajando en lugares extremos, dando su vida día a día… salvando almas. Por eso hoy le pedía a Cristo presente en el altar, que encienda mi alma en amor a las almas, para que me ofrezca como Él, y me sacrifique, como tantos misioneros que solo se ocupan de eso, de dar la vida gota a gota por el Evangelio.

Soy un afortunado, soy bendecido por Dios de poder ser misionero. Las tres gracias más grandes que he recibido en mi vida han sido el ser religioso, sacerdote y misionero. Y por esto debo agradecer a mi Congregación, al fundador, a todos mis superiores y formadores. Sin ellos yo no sería lo que soy. Soy sacerdote, religioso y misionero… y por gracia de Dios también, en África. Veo que mi Instituto, es madre de tantas almas. Hoy en una aldea a la que no regresaba después de un año, en un día muy caluroso, en una capilla pequeña y con poca luz… abarrotada de niños, y de gente que explotó en aplausos y gritos al escuchar que llegarán nuevos misioneros, y podrán tener más Misas…





Allí mismo, en ese lugar, he recordado las palabras de los mártires de Barbastro, que tanto nos alentaron siempre en nuestros años de seminaristas.
Me gusta usar esas palabras tan inspiradas de los mártires, y usarlas para rezar, con la libertad de adaptar lo que dicen sobre martirio por vida misionera, que debe ser martirio cotidiano:
Yo gritaré con toda la fuerza de mis pulmones, y en nuestros clamores entusiastas adivina tú, Congregación querida, el amor que te tenemos, pues te llevamos en nuestros recuerdos hasta estas regiones de dolor sin Cristo… Morimos cada día, todos contentos, sin que nadie sienta desmayos ni pesares; morimos en el trabajo apostólico, todos rogando a Dios que la sangre que caiga de nuestras heridas espirituales sea sangre que entrando roja y viva por tus venas, estimule tu desarrollo y expansión por todo el mundo. ¡Querida Congregación! Tus hijos, misioneros por todo el mundo, te saludan desde el destierro y te ofrecen sus dolorosas angustias en holocausto expiatorio por nuestras deficiencias y en testimonio de nuestro amor fiel, generoso y perpetuo. ¡Viva la Congregación! Y cuando nos toque partir, diremos: Adiós, querido Instituto. Vamos al cielo a rogar por ti. ¡Adiós! ¡Adiós!

¡Firmes en la brecha!
P. Diego Cano, IVE.

jueves, 8 de octubre de 2015

Nueva fundación del Instituto del Verbo Encarnado

misionesIVE octubre 6, 2015 Escocia

Temprano por la mañana del domingo 6 de septiembre 2015 se iluminaron las colinas con intensas tonalidades de verde, bajo un nítido y diáfano cielo. Cosa no común aquí en Escocia donde las nubes y lluvias están al orden del día, pero efectivamente fue así. Sin embargo, ha sido otro el magnífico sol el que ha empezado a iluminar cinco centros habitados, en el límite norte de la arquidiócesis de Edimburgo: el sol de una nueva misión del Instituto del Verbo Encarnado.
Vista de Cowdenbeath

Algunos nombres de estos pueblos son casi impronunciables para la lenguas latinas: Cowdenbeath, Loghgelly, Kelty, Lochore y Ballingry. Estos fueron antiguos asentamientos de irlandeses, quienes habían emigrado para trabajar en las (actualmente cerradas) profundas minas de carbón, más allá del caudaloso Forth, en el antiguo reino de Fife, desde donde había gobernado diez siglos atrás Santa Margarita de Escocia.
Vicario General p. Patrick Burke

De pueblos se están transformando en ciudades a causa de un crecimiento demográfico constante (y a partir del próximo año se prevé una intensificación de este fenómeno ya que será terminado el tercer puente sobre el río) siguiendo así la suerte de Dunfermline, es decir transformándose en las habitaciones de la cercana Edimburgo (que implica menos gastos económicos y más tranquilidad para las numerosas familias jóvenes). La ubicación de los mismos es muy conveniente para todos, también para nuestros misioneros, quienes tienen el aeropuerto internacional a veinte minutos, dos estaciones de trenes y la autopista lindante.
P. Nicholas Grace celebrando la Santa Missa en Ballengry

La comunidad que ha recibido la gracia de ser la primera en misionar establemente estas tierras se conforma así: padre Franco Liporace y el neo sacerdote irlandés padre Nicholas Grace, quien ya debutó como vice párroco celebrando las Misas dominicales. Hemos sido recibidos muy cordialmente por el clero, fue efectivamente el vicario general a presentarnos y acompañarnos en todos estos días, prestándonos su vehículo. Así también el domingo, después del almuerzo, fuimos invitados por otro sacerdote al estadio de Dunfermline a ver una partida memorial del Celtic Football Club con jugadores ya retirados. Terminamos el día con la cena ofrecida por un tercer sacerdote diocesano.
Feligreses al final de la Misa en Cowdenbeath

Agradecemos esta fundación al Gobierno General y ponemos bajo la protección de nuestra Señora de Luján y del mártir escocés San John Ogilvie la conversión de las almas y las vocaciones religiosas (que desde hace varios años ya estamos recibiendo) de esta nación.

P. Ernesto Caparrós.

Superior Provincial

Provincia “Madonna di Loreto” (Italia, Grecia, Albania y Escocia)
Foto de p. Nicholas Grace y p. Philip Doherty, quien se acaba de jubilar, delante de la casa parroquial