misionesIVE junio 30, 2015 Holanda
Querida Familia Religiosa: desde el 29 al 31 de Mayo 2015 se realizó la segunda Jornada de Jóvenes internacional en la Provincia de Europa del Norte, en el convento de las Servidoras en Brunssum (Holanda). Los jóvenes y hermanas que vinieron desde Islandia, Irlanda y Lituania empezaron a llegar algunos días antes y los de Holanda y Luxemburgo el mismo viernes, cuando comenzaron las jornadas.
Para la ocasión fueron invitados para ayudar desde Italia (a quienes estamos sumamente agradecidas): el P. Marcelo Lattanzio, IVE, un diácono Nicholas Grace y dos seminaristas Esko y Andreas. Estuvieron también presentes los sacerdotes del IVE misioneros en Holanda, P. Tristán Pérez, P. Mario Rojas y P. Ismael Quequesana.
Bajo el lema “El verdadero camino hacia la felicidad” durante esos días, en las diferentes plenarias, el P. Lattanzio abordó el tema de las Bienaventuranzas. Éstas nos recuerdan la llamada del Señor a recorrer con Él un camino que, a pesar de todas las dificultades, conduce a la verdadera felicidad. Durante los dos días de jornadas hubo distintos talleres como: voluntariado, medios de comunicación social, preparación para el matrimonio, Jesucristo y la verdadera Iglesia, Santa Sindone, Historia de las Jornadas mundiales de Jóvenes en preparación para Cracovia, video de la Santa Misa y vida consagrada. Los jóvenes estaban muy contentos y agradecidos ya que esos son temas muy actuales que afectan directamente a la sociedad. Durante las exposiciones y en los grupos de discusión se hicieron preguntas muy interesantes.
Esos jóvenes seguramente vinieron porque buscaban la felicidad y verdaderamente en sus sonrisas durante las distintas actividades a lo largo del día, reflejaron el haberla encontrado. Se podía ver esto especialmente en los momentos de oraciones, en la Santa Misa, las confesiones, la procesión por las calles rezando los misterios del rosario en distintas lenguas, la fogata con cantos y “marshmallow”, en el deporte, en los juegos en equipo, en el escenario, los cantos y los distintos divagues.
Al reunirnos con otros jóvenes, notamos que a pesar de que venimos de distintos países, lenguas, color, hablamos de un mismo ideal que es conocer a Jesucristo y hacer que los demás también lo conozcan. Él es nuestro amigo y no un amigo cualquiera, sino el mejor amigo, el amigo de más confianza. «!Si!, Jesús quiere encontrarse con nosotros, quiere dejarnos “ver” su rostro. Y así, en Cristo, queridos jóvenes, encontrarán el pleno cumplimiento de sus sueños de bondad y felicidad. Sólo Él puede satisfacer sus expectativas, muchas veces frustradas por las falsas promesas mundanas».[1] Como dijo San Juan Pablo II: «Es Él la belleza que tanto les atrae; es Él quien les provoca con esa sed de radicalidad que no les permite dejarse llevar del conformismo; es Él quien les empuja a dejar las máscaras que falsean la vida; es Él quien les lee en el corazón las decisiones más auténticas que otros querrían sofocar. Es Jesús el que suscita en ustedes el deseo de hacer de su vida algo grande».[2]
Damos gracias a Dios por todos los beneficios recibidos y por todos los que han colaborado este año. Pedimos a la Santísima Virgen, Ella que es la Madre del Verbo Encarnado, por todos esos jóvenes, para que puedan vivir las bienaventuranzas y que no tengan miedo de lanzarse a la aventura de la búsqueda de la verdadera felicidad.
Hermana Ma. Czestochowa, SSVM
http://www.ssvmne.org/
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[1]Mensaje del Papa Francisco para la XXX Jornada Mundial de la Juventud 2015
[2]Juan Pablo II (Vigilia de oración en Tor Vergata, 19 agosto 2000).
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