miércoles, 27 de julio de 2016

¿Cuál es el valor de 1.100 sonrisas en África?

Montefiascone, Italia, 23 de julio de 2016.

Siempre esperado mes de junio… por muchas cosas, pero sobre todo esperado por los niños de nuestra misión. En ése mes tuvimos ocho campamentos de niños de catequesis. En una semana se desarrollaron seis, y los dos restantes en dos semanas sucesivas. Las expectativas fueron superadas por la realidad, porque si bien esperábamos que el número se aumente, nunca pensamos que llegaríamos a tener 1.100 niños en campamento. El incremento esperado, por una parte, es debido a que aumentamos los años de catecismo, que anteriormente era de un solo año, y ahora es de dos años para los niños ya bautizados, y de tres para los que tienen que recibir el bautismo más la comunión y la confirmación. Por otra parte el aumento es porque los niños cada vez vuelven más contentos a sus aldeas, y contagian a otros el deseo de asistir. Ya es el tercer año que realizamos esta actividad, y cada año es más fructuoso. A los primeros campamentos, en el año 2014, asistieron unos 500 niños, si mal no recuerdo.
Brevemente les cuento cómo participan de estos campamentos, aunque creo que ya les he contado el año pasado, lo repito para los nuevos lectores. Los campamentos los dividimos por centros, y tenemos siete centros. En el centro más importante dividimos el campamento en dos, de niñas por un lado y de niños por otro, para una mejor organización, porque llegaban a ser más de 200 en total. Los chicos vienen de las aldeas aledañas que pertenecen a la aldea que es cabecera del centro y se quedan cinco días para recibir catecismo y reafirmar conocimientos. Pero de a poco hemos podido ir influyendo en los catequistas para que entiendan el campamento de una manera más amplia, como una “escuela de vida”. Es decir, que a los chicos se les enseñe a vivir cristianamente, a rezar, a cumplir, a convivir con otros niños, a hacer sanas amistades, y poder tener días de mucha alegría.
Cuando les he contado a otros sacerdotes de otras misiones sobre estos campamentos multitudinarios, nos preguntan cómo hacemos. Y la verdad que sería imposible si no fuera por la gran simpleza a la que ellos están acostumbrados, es decir, los niños de mi parroquia. Cuando vienen para estos cinco días, casi que no traen nada… Vienen con la comida que se les pide para los cinco días: un kilo de arroz, dos kilos de harina de maíz (para el ugali, una especie de polenta blanca), un kilo de porotos, y diez papas o batatas. Eso para cinco días de desayunos y comidas. Para ayudarles a las aldeas, que son muy pobres, y entusiasmarlos a seguir con el trabajo cada año, desde la parroquia aportamos para cada campamento el aceite y el azúcar. Este año agregamos algunas bolsas de caramelos para cada campamento y a dos de los más numerosos pudimos regalarles una pelota de futbol y una de vóley para los juegos, y así el campamento sea más festivo.
Otra gran cosa que nos favorece es que los hicos están acostumbrados a una vida muy sencilla, y no se molestan en absoluto de dormir en el piso, literalmente… es decir, en el piso, sin colchón ni nada. Solamente podemos llegar a extender lonas, y ellos con la ropa se acomodan, hacen una almohada con una camisa, y listo. Además están muy acostumbrados al trabajo en sus casas, y son muy prácticos, para prender el fuego, para cocinar ellos mismos. Y hasta llevan una sola muda de ropa, que en los tiempos libres lavan, si pueden. 
Sumemos finalmente que es posible gracias a los catequistas, que en esos días dejan sus casas y familias para dedicarse a este trabajo. Y como en las aldeas son muy organizados y solidarios, se hacen grupos de señoras para cocinar y ayudar en lo que haga falta. En fin el trabajo es mucho, pero muy repartido, y ayudado por la vida simple, sin pretensiones materiales y de comodidades que no conocen.
Larga introducción para contarles sobre las visitas a estos campamentos. En la semana que tuvimos seis campamentos a la vez (hay que hacerlos así, todos a la vez, porque es el tiempo de vacaciones en la escuela), los visitamos en cuatro intensos días. Salíamos en una sola camioneta todo el equipo: los dos sacerdotes, tres hermanas Servidoras, el catequista Filipo, y algunos monaguillos o los misioneros laicos. Al llegar nos esperaban multitudes de niños, que salían a nuestro encuentro cantando con mucha alegría, porque sabían bien que era un día especial dentro de los demás. Comenzábamos con juegos, las niñas con las hermanas y los niños con los padres. Corridas, juegos, y gritos… sobre todo de las niñas, con sus cantos por equipos, que comenzaban a atraer a mucha gente que veía alterada la monotonía diaria de la aldea. Se formaba un gran grupo de espectadores en esos momentos, no todos ellos eran católicos, y se ve el gran efecto de este apostolado. 
Normalmente luego de los juegos desayunábamos con ellos, su muy simple colación. Admirable el hecho de que habían jugado, corrido, saltado y gritado… todo ello sin haber desayunado todavía. Luego del desayuno yo comenzaba a confesar mientras ensayaban cantos de misa, o repasaban el catecismo. Finalmente les entregábamos de regalo alguna estampa, que habían llevado las hermanas, todo un “arsenal” de material de apostolado. Los chicos estaban felices con sus regalos, muy simples, una estampa y un caramelo. Con todos ellos nos sacábamos una foto que en muchos casos era una tarea casi imposible, porque mostraban su estampa, pero cada uno deseaba que su estampa saliera en primer plano, lo cual arrancaba risas en todos.
Todos los días regresábamos los misioneros casi de noche a nuestra casa, muertos de cansancio, pero con gran alegría. Llegábamos al descanso de la oración y de la vida comunitaria, para emprender al día siguiente el viaje hacia algún otro campamento. Veo como un fruto muy grande la confianza de los niños con los padres y las hermanas. Se admiraban, los chicos y los grandes, de ver a los padres con sotana y a las hermanas, jugando entre los niños. Algunos chicos en el partido de fútbol nos pedían la pelota gritando: “Mwalimu! Mwalimu!” (¡maestro! ¡maestro!). Y les enseñábamos a decirnos “padre”. Los niños que estaban de otros años ya les contagiaban la confianza a los nuevos… y la corriente de confianza iba en aumento. 
En uno de los campamentos a los que les habíamos regalado los balones de futbol y de vóley, en medio de un tumulto de niños que cantaban y corrían, vinieron tres niñas de unos doce años y me dijeron: “Padre, ¡muchas gracias por el regalo!” Yo no supe en el momento a qué se referían, porque acabábamos de llegar… Y me dijeron ellas: “¡Por la pelota de vóley! ¡Muchas gracias!”. Me quedó en el corazón, sin saber quiénes eran, ni ahora podría recordarlas volviendo a esas aldeas, porque habían cientos de niños… pero me quedó como una imagen de todos los niños representados en ellas.
En estos días que pensaba en escribirles esta crónica se me venía a la cabeza el preguntarme, ¿cuánto valen 1.100 sonrisas de niños? ¿Cuánto vale el “gracias” de estos chicos felices con tan poca cosa? Es un valor incalculable, y esa es la paga para el sacrificio misionero. Pagados con sobreabundancia, más del ciento por uno. Y vale la pena todo sacrificio. La paternidad espiritual del misionero es algo que no llegaremos a abarcar ni comprender del todo, ni los mismos misioneros.
¡Firmes en la brecha!
P. Diego Cano, IVE

martes, 26 de julio de 2016

Santos Joaquin y Santa Ana, padres de la Virgen María

26 de julio


Memoria de san Joaquín y santa Ana, padres de la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, cuyos nombres se conservaron gracias a tradición de los cristianos.

viernes, 22 de julio de 2016

Consagración del Instituto del Verbo Encarnado al Sagrado Corazón de Jesús

Al terminar las sesiones de esta mañana, se votó la propuesta del Superior General de comenzar esta nueva etapa consagrando el Instituto al Sagrado Corazón de Jesús. Por la mañana se nos había entregado un texto alusivo y se presentó la propuesta, que fue aprobada por unanimidad. Tras el ejemplo de Sta. Margarita María, en el espíritu de San Francisco de Sales, y siguiendo también doctrina de Santa Faustina Kowalska en este “Año de la Misericordia”, los padres capitulares hemos visto la conveniencia de poner todo el Instituto, sus misiones y sus miembros, en manos de la infinita misericordia que brota del Corazón de Cristo.

Por citar solamente algún texto, en carta de 1685 a la M. Saumaise, dice Santa Margarita: “Nuestro Padre S. Francisco de Sales, temiendo que los fundamentos de su edificio viniesen a cuartearse, había pedido un sostén capaz de defenderlo. Se le concedió la devoción del Sagrado Corazón de Jesús, como medio para reparar las quiebras del edificio, y servirle de defensa contra los ataques de sus enemigos, y de apoyo para que no sucumba en lo venidero”.

Por ello, invitamos a todos los religiosos y amigos a unirse a este momento realmente histórico de nuestra vida, de prepararse debidamente con el arrepentimiento, la penitencia y la oración, y de tomar la firme resolución de vivir y promover la devoción al Corazón de Jesús. Se ha propuesto que gradualmente, en cada provincia y casa, sea entronizada una imagen de nuestro Señor, para que reine en nuestras comunidades y nuestra vida. ¡Demos gracias a Dios!

La Santa Misa de mañana, sábado 23 de julio, a las 19:00 hs. (de Italia) el Superior General y los pp. capitulares realizaremos este acto de consagración. Todos aquellos que puedan, están invitados a unirse espiritualmente. Por nuestra parte, los tendremos a todos presentes.

Crónica del día

Durante las sesiones de esta mañana terminamos con las exposiciones de temas presentados al Capítulo. Eventualmente podría haber alguna sesión más si hiciera falta terminar de decidir algún punto.

La mañana estuvo dedicada a algunos apostolados en particular. En primer lugar, a la promoción y cuidado de las vocaciones. Rezar mucho por ello, y específicamente por ello, es lo primero. Se recordaron algunas iniciativas particulares de estos años en esa línea. La fidelidad a la vocación religiosa y el testimonio claro y definido de ello, además del cuidado particular en formar a los religiosos y el presentar a los jóvenes la imitación de Cristo en cruz, abren la mano de Dios para que siga bendiciendo al Instituto con este don. Después sí hay que pensar en tantos medios más concretos y modos de promoverlas, entrar en contacto con ellas, acompañarlas, etc; entre los cuales, es central y definitivo que cada miembro del Instituto lo tenga muy “en el corazón”, y que ejercitemos todos una especial paternidad espiritual con los jóvenes de nuestro entorno. Todo esto prepara el camino para la acción de la Gracia y dispone a los corazones a responder con fidelidad.

Se pasó luego al tema de la predicación de Ejercicios Espirituales ignacianos, siendo tan central en nuestro carisma haber tomado esta joya del patrimonio de la Iglesia. Además de haber comentado algunos aspectos esenciales y posibles adaptaciones, dos insignes ejemplos de Argentina nos animaron a dedicar aún más fuerzas en promoverlos y darlos cada vez mejor: la Sierva de Dios Beata María Antonia de la Paz y Figueroa (“Mamá Antula”), que será beatificada Dios mediante el 27 de agosto; y del beato José Gabriel del Corazón de Jesús Brochero (“el Cura Brochero”), que será canonizado el 14 de octubre.

Finalmente, se trató sobre “Apostolados web”, y varios aspectos relacionados con la presencia del Instituto en el “mundo web”, y derivadamente del uso por parte de los religiosos de estos medios para hacer apostolado. Varias propuestas seguirán en estudio por parte del nuevo gobierno general.

A las 12:00 tuvimos la Santa Misa presidida por S. Em. Card. Francesco Coccopalmerio, con la cual dio por terminada su presencia como presidente de este Capítulo. Hoy, fiesta de Santa María Magdalena, nos invitó a ser enamorados de Jesucristo, como ella, para anunciarlo convincentemente a nuestros hermanos.

Durante el almuerzo festivo, el p. Carlos Walker hizo entrega al Seminario San Vitaliano de dos reliquias auténticas, de San Carlos Borromeo y, nada menos, de San Andrés Apóstol. También allí el provincial de Medio Oriente, p. Gabriel Romanelli, comunicó su decisión de responder con la colaboración de un padre misionero del Instituto a un pedido urgente del Vicario Apostólico de Bahréin, que solicitaba ayuda para su jurisdicción. La noticia fue recibida con un fuerte aplauso.

Por la noche, en la cena, el P. Gustavo Nieto anunció el nuevo Superior de la Provincia “María Puerta de la Aurora” (Europa del Norte): el P. Franco Liporace, anuncio que fue festejado por todos.

Seguimos agradeciendo a todos su cercanía, y encomendándonos nuevamente a sus oraciones.

En el Verbo Encarnado y su Madre Santísima.

Miguel Soler, IVE

Vocero

martes, 19 de julio de 2016

El Sagrado Corazón nos está bendiciendo

Montefiascone, Italia, 19 de julio de 2016.

Hace mucho que no les escribía, y les confieso que tuve que mirar las fotos para recordar bien lo que deseo contarles. Me imagino que la primer sorpresa para ustedes será leer que estoy escribiendo desde Italia. En este momento me encuentro participando del VII Capítulo General de mi congregación, y esta es además la razón de mi demora para ponerme en contacto por este medio, ya que estamos con mucho trabajo entre reuniones y comisiones. También podré contarles más delante sobre de esta actividad, pero cada cosa a su tiempo, porque hay cosas de la misión que se me han quedado en el tintero, y sé que los que leen estas crónicas, están ávidos de noticias de nuestro querido Ushetu.
En la crónica anterior les dejé por la mitad el relato de la visita del P. Martelli y del P. Serio Pérez a nuestra misión, ahora retomo. Luego de los preciosos días en Sanzíbar, llegamos a nuestra parroquia para una breve estadía de cinco días. Puedo contarles dos hechos destacados: la fiesta del Sagrado Corazón y la visita a la aldea de Miluli, en el sur de nuestra misión.
De la fiesta del Sagrado Corazón puedo contarles, pero hablarán mejor las fotos que espero puedan ver. Los que sean lectores de estas historias, recordarán lo que he contado años anteriores al llegar al mes de junio, el mes del sagrado Corazón. Este grupo de oración y cofrades ha ido en notable crecimiento en nuestra parroquia. Ellos están presentes en todas las parroquias de la diócesis y si no me equivoco, también en todo Tanzania. Esta devoción me imagino que se ha difundido mucho gracias a la acción de los Padres Blancos, misioneros de origen francés principalmente. Sumado a esto la connaturalidad del africano a esta devoción, como nos lo enseñan los misioneros, y lo vemos nosotros corroborado en los hechos. Lo que sucede es que en la mayoría de las parroquias este grupo es pequeño, y en su normalmente formados por ancianos. Gracias a la acción de nuestro tan conocido catequista Filipo, muy devoto del Sagrado Corazón, la devoción en nuestra parroquia ha crecido mucho, y sigue en notable aumento. Yo trato de apoyarlo lo más posible, porque es una devoción importantísima, y esta devoción irá elevando el nivel espiritual de los fieles. Lo que pudimos insistir es que en cada aldea de la parroquia comience a funcionar este grupo.
Principalmente se deben reunir todos los viernes para rezar, cantar, y seguir un libro de devoción que está muy simple y bien desarrollado a la vez. Luego, los primeros viernes de cada mes hacen un día de retiro en nuestro centro, con adoración, rosario, misa, y meditaciones. Lo admirable es que en algunas aldeas a prendido muy bien la devoción, luego de que Filipo fuera para reunirlos y explicarles, inmediatamente comenzaron. Así fue que este año ingresaron oficialmente más de cincuenta personas, en la fiesta del Sagrado Corazón. Admira también que muchos de ellos vienen de aldeas muy lejanas, los de más lejos vinieron de Nonwe, a 40 kilómetros de distancia. Los que pueden pagar, vienen en transporte público, pero otros que vienen de 20 kilómetros, o menos, pero vienen en bicicleta o simplemente a pie. Si vieran ustedes a muchas señoras mayores, y a otras llevando en la espalda a sus niños, llegar en bicicleta, se cuestionarían mucho sobre la propia devoción… que tantas veces hacemos poco y nada para mostrar nuestro amor a Dios. Es sorprendente de verdad por parte de estas personas, muchas de las cuales, vienen del paganismo. ¡Cuánto amor debe haber allí! Creo que no está de más decirles que cuando vienen de lejos, vienen el día anterior, y las comodidades de alojamiento que tenemos son muy pobres… duermen en el piso, y cocinan la comida que ellos mismos traen, comida muy simple.
Esta vez eran más de cien, y la misa de la fiesta y oficialización estuvo hermosa, vestida de color rojo y mucha alegría. Los padres Emanuel y Sergio estaban sorprendidos y muy contentos de participar. Al final de la misa repetimos lo que comenzamos a hacer el año anterior: consagramos la parroquia al Sagrado Corazón. Yo leí la fórmula en nombre de la parroquia entera, por ser el párroco, pero se arrodillaron junto a mí el líder de la parroquia, el de la aldea, y luego un representante de cada grupo: de las hermanas, los jóvenes, niños, monaguillos, el coro, los hombres, las mujeres, el coro, Legión de María y los empleados… un acto muy sencillo pero a la vez muy solemne. El Sagrado Corazón nos está bendiciendo. Después de la misa, el intento de sacarnos una foto todos juntos, empresa casi imposible, porque todos querían estar adelante. Ellos mismos prepararon los festejos, y comimos debajo del gran árbol de mangos que nos cobija bajo su generosa sombra. ¡Vean las fotos!





Les cuento ahora brevemente sobre nuestra visita a la aldea de Miluli, en el extremo sur de la misión. Estamos a casi 40 kilómetros de allí. Es mi interés, cuando viene alguien de visita, llevarlo a las aldeas más lejanas, para que de esa manera pueda llevarse una idea lo más real posible de nuestra misión. Miluli está lejos, y esa zona es poco atendida por nosotros, sobre todo en época de lluvias, porque debemos cruzar un río, y los caminos están malísimos, por enésima vez lo digo. Esta zona está muy llena de paganos, y gente que nos mira con admiración al atravesar los pequeños poblados. Un grupo de niños que estaban sacando agua en un pozo, cuando nos detuvimos con la camioneta para saludarlos y darles unos caramelos, se asustaron un poco, algunos no nos hablaban, y sólo algunos quisieron recibir el regalo. Después pasamos y visitamos algunas aldeas que están en el camino, pero casi sin demorarnos, porque la jornada era larga. Pasamos por Mkwangulwa, luego Makuba (donde no tenemos ni capilla ni catequista), de allí a Itumbo y Mwendakulima, hasta llegar a Miluli. Es muy lindo llegar a este lugar, ya que tienen la tradición de esperarnos con la gente cantando. El catequista Petro es muy bueno, y se esfuerza mucho por atender dos aldeas, y buscar otros que quieran ayudar como catequistas. Luego de recibir con cantos a los visitantes, tuvimos el desayuno, y yo me puse a confesar mientras padres y hermanas jugaban con los niños. Las hermanas era la primera vez que venían a esta aldea, y la gente mostró mucho su alegría. No quiero entrar en detalles, sólo en pocas palabras les cuento que los padres llevaron medallas de regalo para todos, y las hermanas una pequeña torta… otra vez, era la primera vez que veían los niños una torta. Era una torta pequeña, un bizcochuelo, pero la alegría de todos era increíble. En las fotos podrán verlos cuando traían la torta bailando y saltando… ¡le agregaron el condimento de la tierra! Todos recibieron un bocado, literalmente. Son felices con cosas tan pequeñas, saben gozar con cada cosita que les da Dios, y son agradecidos. Yo tuve que ir a ver una abuelita enferma, pero me llevaron en motocicleta, porque había una simple senda muy pequeña. Apuramos un poco el regreso, para no llegar de noche, pero ellos, como siempre, sobre todo los líderes y catequistas, insisten en que nos quedemos charlando largo y tendido luego de la comida al fresco de la casita de adobe.




Una simple anécdota que recuerdo ahora, fue que cuando entrábamos a la misa, ya en la procesión de entrada, había una señora al costado de la capillita, que se había acercado al sentir el bullicio de los niños jugando. Yo les pregunté a los catequistas si la conocían, y nadie sabía quién era, porque era la primera vez que venía. La invitaron a que entre a la capilla, y se quedó toda la misa sentada al fondo, mirando, escuchando, participando a su manera. El catequista la invitó después de la misa a que vaya a catecismo y si bien “del dicho al hecho hay mucho trecho”, aceptó y dijo que vendría.
Estas aldeas están muy necesitadas. Yo sigo encomendándolas a vuestras oraciones. 
Dios los bendiga, y ¡Firmes en la brecha!







P. Diego Cano, IVE

domingo, 17 de julio de 2016

¡Somos los guardianes de su espíritu...!

Los monjes del IVE... "Deberán ser vanguardia de nuestro Instituto y guardianes de su espíritu" (IVE, Directorio de Vida Contemplativa, 8).


Mientras nuestros hermanos desgastan sus vidas en las misiones por la salvación de las almas, a nosotros nos toca permanecer vigilantes, firmes en la brecha, para ser los guardianes del espíritu de nuestro querido Instituto.

Huelga decir que tan alta misión nos excede, por eso, ¡ayúdennos con su oración, para que podamos cumplirla para gloria de Dios!

En especial, recemos ahora por los frutos del VIIº Capítulo General del IVE y por los nuevos superiores.

[Foto: Sacada por Pablo Bemsch, monje en la celda, del Monasterio de Nuestra Señora del Pueyo, IVE]

lunes, 4 de julio de 2016

El Santo de las Bienaventuranzas



“Cada día que pasa comprendo mejor lo grande que es la gracia de ser católico. ¡Pobres desgraciados los que no tienen fe! Vivir sin una fe, sin un patrimonio que defender, sin sostener, en lucha incesante, la verdad no es vivir sino es ir tirando.".
Pier Giogio Frassati





Mi amado para mi
(Santa Teresa de Jesús)

Ya toda me entregué y di
Y de tal suerte he trocado
Que mi Amado para mi
Y yo soy para mi Amado.

Cuando el dulce Cazador
Me tiró y dejó herida
En los brazos del amor
Mi alma quedó rendida,
Y cobrando nueva vida
De tal manera he trocado
Que mi Amado para mí
Y yo soy para mi Amado.

Hirióme con una flecha
Enherbolada de amor
Y mi alma quedó hecha
Una con su Criador;
Ya yo no quiero otro amor,
Pues a mi Dios me he entregado,
Y mi Amado para mí
Y yo soy para mi Amado.