misionesIVE noviembre 21, 2014 Argentina
Esta es la realidad que pudimos palpar en el pueblo de Los Juries, Santiago del Estero. Les explicamos por qué…
A principios del mes de noviembre nos preparábamos para recibir un grupo de 48 egresadas de nuestro colegio Isabel La Católica, que junto con 4 religiosas venían con gran fervor de aventurarse en una misión popular.
DIAS PREVIOS
Los días previos a su llegada, la temperatura llegó a los 45 grados y con una sensación térmica de 48, lo cual nos hizo dificultosa la preparación. Con esta temperatura la gente busca estar en su casa gran parte del día y no sale hasta que no cae el sol. Pero como nos ha enseñado Nuestro Señor “pedid y se os dará; buscad y encontrareis; llamad y se os abrirá…”, enfrentamos la dificultad y emprendimos la tarea de trasladar colchones, agua potable, agua para el aljibe (que se nos había acabado justo el día anterior), elementos para la cocina y lo necesario para las comidas. La gente del lugar respondió con mucha generosidad, ¡que Dios los colme de Sus Bienes!
LAS SORPRESAS DE DIOS
Mientras las chicas viajaban les advertimos que se prepararan para el calor, cosa que hicieron muy bien, pues se habían puesto el firme propósito de no quejarse, ofreciéndolo por los frutos de la misión. Propósito que solo tuvieron que practicar el último día de la misión, pues ni bien llegaron hubo una tormenta y llegó la lluvia tan ansiada. De los cinco días de misión, cuatro fueron con lluvia de temporal, la cual nos vino más que bien para que se llenase nuevamente el aljibe.
LA AVENTURA DE MISIONAR
Las jóvenes siguiendo la exhortación del Gran Apóstol de las misiones, que nos ha enseñado a“proclamar la Palabra de Dios a tiempo y a destiempo, con ocasión y sin ella”, pusieron manos a la obra y esa misma tarde salieron en distintos grupos, bajo la llovizna, por el pueblo de Juríes. Algunas misioneras salieron en busca de niños, otras a los colegios secundarios en busca de jóvenes, otras a visitar las casas y otras a los parajes que teníamos acceso con caminos enripiados, porque a las demás no pudieron ir ya que la lluvia hace intransitables los caminos del campo. También desafiaron los medios de comunicación y se animaron a realizar programas de radio, preparando temas como la importancia de la Santa Misa dominical, la Eucaristía, la Misericordia, la Confesión y la Santísima Virgen; realmente fue de muchos frutos porque mucha gente del pueblo y de los parajes nos contaba que las habían escuchado y les había gustado mucho.
LA MISION CON LOS NIÑOS
Todos los días, tanto en la mañana como por la tarde, se realizó el tradicional “santo lío”, cosa que no pasó por desapercibido, pues ¡los niños llegaron a ser alrededor de 100! Para ellos, comenzaban las actividades con una pequeña reflexión y luego los juegos que se llevaban a cabo en la plaza principal de Los Juríes. Por la tarde, después de jugar y de algunas golosinas, los niños iniciaban la procesión y luego algunos participaban en el cartucho y la controversia que hacían las chicas y de la Santa Misa. Los niños son como una esponjita que absorbe todo lo que se le enseña y en su temprana edad son capaces de comprender con gran sencillez los misterios, que para los adultos es difícil de aceptar, como lo es, por ejemplo el de la Cruz… Dios haga florecer santas vocaciones de estas almitas tan puras…
LOS JOVENES…
Desde el primer día se formó un grupo de jóvenes, que se animó a acercase para compartir algunas charlitas formativas, un pequeño fogón entre bailes y malambos que no podía faltar, pues estamos en tierras santiagueñas donde la chacarera es tradición. Se les mostró el video de San Juan Pablo II en donde los exhortaba a las jóvenes a “no tener miedo a abrirle las puertas de su corazón a Cristo” y el video de las misiones del IVE. El último día de la misión nos juntamos con aproximadamente 30 jóvenes a disfrutar de unos deliciosos panchos y del tradicional divague de la viborita, con la que han hecho llorar de risa a más de uno.
LA RADIO…
San Juan Pablo II recuerda en un discurso sobre los medios de comunicación: “la obligación de difundir el Evangelio hasta los últimos confines de la tierra, utilizando también los nuevos medios de comunicación, auténticos púlpitos de la modernidad y “tejados” desde los que hay que anunciar la Buena Noticia”, es por eso que se organizó un grupo de chicas que junto con una de las hermanas, armaron un espacio en la radio del pueblo, desde el cual han llegado a todas las almas deseosas de aprender.
PARAJES Y COLEGIO SECUNDARIO RURAL
La expectativa más grande que tenían las misioneras era poder vivir aquello por lo que el Señor mostró siempre más predilección en su paso por la tierra, el llevar la alegría y esperanza del Evangelio a los más pobres y necesitados, es por eso que todas deseaban poder ir a los parajes, pero la lluvia les permitió ir un solo día y a unos pocos grupitos. Lo que vivieron algunas las ha marcado profundamente en su alma pues presenciaron la cruda realidad en la que vive mucha gente en el campo. Sin embargo, el misterio de la Cruz en quien tiene una fe vivida, lejos de escandalizar produce frutos inimaginables, pues gestos muy nobles surgieron de las chicas, que ya han comprometido a sus familiares para ayudar a estas almas que viven desamparadas.
Es justo que demos gracias a Dios, que nunca se deja ganar en generosidad y nos da en sobreabundancia cuando uno se entrega a Él con alegría, y aunque en toda entrega hay renuncias, sacrificios, dificultades, nos damos cuenta que no son nada comparadas al peso incalculable de gloria que nos espera en el cielo.
¡El triunfo ya lo tenemos asegurado en la Cruz de Nuestro Señor!
Dios produzca frutos de eternidad no solo en las almas misionadas sino también en estas valientes misioneras.
En Cristo y María,
Comunidad “Santiago Apóstol”, Los Juríes – Santiago del Estero.
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