domingo, 26 de mayo de 2013

La Eutrapelia y San Felipe Neri



Es propio del carisma del Instituto del Verbo Encarnado, dedicarle un tiempo a la eutrapelia o a la recreación, reposo del alma.

En sus casas de formación, siempre hay un grupo de seminaristas que tiene por patrono al gran apóstol de la alegría, San Felipe Neri, encargado de animar las fiestas con obras cómicas y cantos.

Dice el Padre fundador:

"La formación no sólo debe ser ortodoxa en la doctrina, eso solo no basta; debe ser integral: se deben formar seminaristas que practiquen deportes; que trabajen; se debe practicar y fomentar la eutrapelia, es decir, que sean hombres normales, que tengan claro el verdadero sentido de la fiesta, que sean alegres".


 "De la resurrección del Señor surge un elemento que debe ser esencial en nuestra vida: la alegría que, en nuestro caso, debe manifestarse de manera especial, en la celebración de Día del Señor, el Domingo; en el sentido de la fiesta; y en la recreación, que nosotros llamamos eutrapelia".



"El alma a semejanza del cuerpo, se fatiga, y debe reposar. El reposo del alma es la delectación. De aquí que sea necesario procurar este reposo del alma, mediante los juegos y las fiestas, cuya moderación pertenece a la virtud de la eutrapelia, practicada en los momentos de recreación".



martes, 21 de mayo de 2013

La acción del Espíritu Santo




Palabras del Santo Padre, en la catequesis de la audiencia del miércoles 15 de mayo:


Queridos hermanos y hermanas,

Hoy me quiero centrar en la acción que el Espíritu Santo realiza en la guía de la Iglesia y de cada uno de nosotros a la Verdad. Jesús mismo dice a sus discípulos: el Espíritu Santo "les guiará en toda la verdad" (Jn 16:13), él mismo es "el Espíritu de la Verdad" (cf. Jn 14:17, 15:26, 16:13).
Vivimos en una época en la que se es más bien escéptico con respecto a la verdad. Benedicto XVI ha hablado muchas veces de relativismo, es decir, la tendencia a creer que no hay nada definitivo, y a pensar que la verdad está dada por el consenso general o por lo que nosotros queremos. Se plantean estas preguntas: ¿existe realmente "la" verdad? ¿Qué es "la" verdad? ¿Podemos conocerla? ¿Podemos encontrarla?
[…]Jesús es esto: la Verdad, la cual, en la plenitud del tiempo, "se hizo carne" (Jn 1,1.14), que vino entre nosotros para que la conociéramos […]
Pero, ¿quién nos hace reconocer que Jesús es "la" Palabra de la verdad, el Hijo unigénito de Dios Padre? San Pablo enseña que "nadie puede decir: "Jesús es el Señor", si no está impulsado por el Espíritu Santo" (1 Cor 12:03). Es sólo el Espíritu Santo, el don de Cristo Resucitado, quien nos hace reconocer la verdad. Jesús lo define el "Paráclito", que significa "el que viene en nuestra ayuda", el que está a nuestro lado para sostenernos en este camino de conocimiento; y, en la Última Cena, Jesús asegura a sus discípulos que el Espíritu Santo les enseñará todas las cosas, recordándoles sus palabras (cf. Jn 14,26).
[…]El Espíritu Santo, entonces, como promete Jesús, nos guía "en toda la verdad" (Jn 16,13); nos lleva no sólo para encontrar a Jesús, la plenitud de la Verdad, sino que nos guía "en" la Verdad, es decir, nos hace entrar en una comunión siempre más profunda con Jesús, dándonos la inteligencia de las cosas de Dios. Y ésta no la podemos alcanzar con nuestras fuerzas. Si Dios no nos ilumina interiormente, nuestro ser cristianos será superficial.
[…]Pensemos en María, que «conservaba todas estas cosas meditándolas en su corazón» (Lc 2, 19.51). La acogida de las palabras y de las verdades de la fe, para que se conviertan en vida, se realiza y crece bajo la acción del Espíritu Santo. En este sentido es necesario aprender de María revivir su «sí», su disponibilidad total a recibir al Hijo de Dios en su vida […]
Queridos hermanos y hermanas, tenemos que dejarnos impregnar con la luz del Espíritu Santo, para que Él nos introduzca en la Verdad de Dios, que es el único Señor de nuestra vida. […]
 La verdad de Cristo, que el Espíritu Santo nos enseña y nos dona, atañe para siempre y totalmente nuestra vida cotidiana. Invoquémosle con más frecuencia para que nos guíe por el camino de los discípulos de Cristo.  […]


miércoles, 8 de mayo de 2013

Virgen de Luján, patrona del Instituto

La especial veneración a la Virgen María bajo su advocación de Nuestra Señora de Luján por los miembros del Instituto se remonta aún antes que su nacimiento en 1984: el mismo P. Buela, su fundador, siendo todavía seminarista ya le era muy devoto y a Ella le había pedido la gracia de ser instrumento para que muchos jóvenes descubran y sigan la vocación tanto sacerdotal como religiosa.

Virgen de Luján en Guyana
Desde ese momento ya iba gestándose de a poco una especial mediación maternal para con el Instituto que finalmente, hace menos de un año, ha culminado con la concesión de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos que confirmó a Nuestra Señora de Luján como Patrona ante Dios del Instituto del Verbo Encarnado. También las hermanas del Instituto de las Servidoras del Señor y la Virgen de Matará recibieron similarmente el decreto de aprobación de Nuestra Señora como Patrona.
Misioneros con la Virgen de Luján en Tierra Santa

A partir del patrocinio de Nuestra Señora de Luján se confirmaron todos los derechos y privilegios litúrgicos de acuerdo a las rúbricas. Por eso en todas las casas del Instituto en el mundo se celebrará cada año el 8 de mayo, fiesta de la Virgen de Luján, como solemnidad, gozando primacía sobre todas las fiestas inscriptas en el calendario universal o particular y sobre los domingos del tiempo ordinario."
Una de las razones que el Superior General, el P Walker, dijo al comunicar el decreto fue“que tener a María Santísima como Patrona delante de Dios significa ponernos como Familia religiosa totalmente en sus manos, bajo su protección e intercesión… Ella no puede permanecer indiferente ante este solemne acto de devoción y de humilde sumisión. Por esto estamos seguros que se seguirán grandes bienes para nuestras almas consagradas, para toda nuestra Familia religiosa, para los fieles a nosotros encomendados, para nuestras misiones y obras, y para toda la Iglesia.”

Hermanas con nuestra Señora de Luján en Italia

Virgen de Luján en Papua 

Virgen de Luján en Groenlandia

Virgen de Luján en Tajikistan