"Volveré a Tí, Señor, porque mi alma te busca y está vacía. No puedo vivir sin Tí y al querer hacerlo caigo en el peor de los abismos y queda sin rumbo mi vida...Tonto de mí al no querer confiarte mis caminos; sé que al fin, encontrarte es mi destino. La noche quedó atrás pero me envuelve, negra, como un abismo entre dos polos. Doy gracias a los dioses, cualesquiera que sean, por mi espíritu indómito. No me importa cuán estrecha sea la puerta, ni que me halle abrumado de castigos. Soy Capitán Triunfante de mi Estrella y el Dueño de mi Espíritu."
Marcelo Javier Morsella
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